Escuchar a personas cómo Miguel Ángel, un Capitán de grandes barcos, es una gozada, porque pasan dos horas cómo si parecieran dos minutos.

Con treinta y seis años, está capitaneado grandes petroleros, ferrys de alta dimensión y actualmente está trabajando en un gran barco desde Algeciras a Marruecos.

Miguel Ángel nace en Santa Cruz de Tenerife y es un verdadero ejemplo de Actitud Relajante, Educación con Matrícula de Honor y es el mejor título especialmente para unos padres. Un padre que flipa cuando le escuchó por primera vez decirle, “Papá, quiero estudiar náutica y ser Capitán de Barcos”.

Podría compartir exactamente todo su currículum, pero prefiero llegar más allá de esto, porque Miguel Ángel hizo que me costara dormir comiéndome el coco pensando en que desgraciados somos los ignorantes en muchos casos.

Digo ignorantes, sin ánimos de insultar, porque piensas en el pasado cuando muchos jóvenes no entendimos el verdadero amor de los padres.

En mi caso personal, si hubiera entendido a mi padre en paz descanse, hubiera estudiado piloto de aviones, porque mi padre no era millonario, pero si podía pagarme unos buenos estudios, sin embargo crecemos y vivimos de aquella forma y no podemos dar marcha atrás, porque el destino es el destino.

A través de este periódico, queremos compartir un humilde video fotográfico musical, realizado por nuestra colaboradora Eva, dónde podrán ver todos los barcos que Miguel Ángel con sus manos ha navegado por el mundo entero, especialmente a China.

Nos comentaba las veces que estuvo hasta cuatro días a base de bocadillos por los mares del Mediterráneo navegando con las olas gigantes y era imposible sentarse a comer, porque si ponías el plato frente a ti, terminaba estampándose el plato a ocho metros contra las paredes.

Motores de tres pisos, petroleros que parecían partirse en los mares bravios, cuarenta días sin pisar tierra y un sin fin de anécdotas. Felicidades Miguel Ángel por cumplir tu sueño y hacer sentir orgullosos a tus padres.

Esperamos que te guste éste humilde regalo con palabras y el vídeo con las fotos que tú padre nos envió. Estimado lector, gracias por regalar un poco de tiempo leyendo, el tesoro más valioso del Ser humano, el tiempo pasa y jamás volverá.