A la izquierda de la foto adjunta tenemos a Ricardo Cáceres gerente de Sonopalna y exconcejal del Tijarafe, Municipio vecino. Luego está Vicente el Alcalde de Punta Gorda en La Palma, que junto a un gran equipo están organizando las Fiestas de San Mauro Abad desde el 27 de julio al 14 de Agosto del 2.022 y cuando nos encontramos en la Romería estaban estresados, pero logré sacarles una sonrisa para la estampa del periódico.
Vicente el Alcalde tiene sangre de Tijarafe y gracias a Dios, que no es residente de Tijarafe, porque entonces hubiera sido una oposición peligrosa para Marcos Lorenzo el actual Alcalde de Tijarafe, porque los dos son personas muy queridas.
La Romería de Punta Gorda celebrada en la finca anexa a la Iglesia de San Mauro es original porque las miles de personas que disfrutan en éste gran día cuatro están bailando, levantan una polvareda que cuando llegas a casa y te suenas, te sacas los mocos de color marrón porque estás todo el día esninfando tierra.
Es emocionante ver el baile de la papa que consiste en un baile de parejas sosteniendo la papa con las frentes y el último que aguante gana el premio, pero éste año hubo que premiar a dos parejas, porque no había manera de que se les cayera la papa.
Punta Gorda, tiene un alto porcentaje de vecinos sudamericanos según confesaba un profesor del colegio y es un pequeño municipio donde el noventa y nueve por ciento tienen una excelente relación igual que en Tijarafe.
El Alcalde Vicente de Punta Gorda es socialista y tiene un cierto parecido a el Alcalde de Adeje en Tenerife, porque mantiene a la mayoría de los jóvenes ocupados y felices con actividades de todo tipo y organiza los mejores conciertos, pero además mantiene el Municipio muy limpio.
De todas formas los habitantes de la Palma en general tienen una actitud muy sociable y transmiten buen rollo por todos los poros de su piel.
Aquí lo dejo para seguir reflexionando sobre las romerías y estimado lector, gracias por regalar un poco de tiempo leyendo, el tesoro más valioso del ser humano, el tiempo pasa y jamás volverá.
Juan Santana.
