El señor Alberto Reverón fue Alcalde en el Municipio de Arona en Tenerife hace “miles” de años y actualmente vive feliz en su Asesoría, alejado del mundanal ruido de la política.
Éste último lunes del mes de marzo del 2.023 nos reunimos nueve personas pertenecientes al Partido de Expertos de Bares y Terrazas (P.E.B.T.) para seguir reflexionando sobre las Elecciones Municipales del 28 de mayo y por suerte o por desgracia agarramos un medio pedo por culpa del garrafón de vino picado que trajo Aurelio Domínguez, actor y colaborador de éste periódico en Tenerife, pero dicho vino estaba más picado que una noche de mosquitos.
Hablamos y nadie se puso de acuerdo en quien o que partidos ganarán en las Elecciones Municipales en Mayo, pero absolutamente todos estuvimos a favor de hacer un pequeño homenaje al ex alcalde Alberto Reverón, ahora que sigue vivo y esperamos que eche una sonrisa cuando lea ésta carta, porque los homenajes suelen hacerse cuando nos están comiendo los bichos en el nicho.
Sin entrar en detalles, Alberto Reverón fue un hombre muy querido y obviamente también fue odiado y envidiado, pero como dice el proverbio árabe, “Pobre de aquel que no sea envidiado”.
Con Alberto Reverón pudimos conseguir realizar el concurso en los colegios de dibujos y frases para fomentar la limpieza por ejemplo, algo que será inolvidable de por vida y lo demás dígalo usted, porque a lo mejor eres también un componente del Partido de Expertos de Redes Sociales (P.E.R.S.) y como escribí antes de parte de los que nos reunimos, “Felicidades Alberto Reverón por leer éste pequeño homenaje cuando todavía sigues vivo y disfrutando de las películas políticas que estamos gozando en éstos tiempos, sin entrar en detalles”.
Éste año podrá gobernar PP con MAS ARONA y otro más, PSOE con NUEVA CANARIAS y otro más, COALICIÓN CANARIA, NUEVA CANARIAS Y FUERZA CANARIA, VOX con PP y PODEMOS o vaya usted a saber, porque no logramos ponernos de acuerdo.
En otra cosa que también coincidimos todos la noche del lunes, fue en cagarnos en la madre que parió a Aurelio Domínguez aunque su madre no tenga culpa, porque Aurelio nos trajo un vino picado que cuando llevábamos tres vasos, ya sentimos que estábamos en la romería de Tegueste.
Aurelio no quiere confesar el nombre de la persona que le regaló el vino, pero ya nos enteraremos porque la isla es muy pequeña.
Según comentan algunos confidentes, Félix Navarro, un amigo que estuvo de Guardia Civil en Playa de Las Américas pudo ser quien regaló el vino a Aurelio, pero el tiempo nos responderá.
Aquí lo dejo para seguir reflexionando sobre las romerías de los pueblos y estimado lector, gracias por regalar un poco de tiempo leyendo, el tesoro más valioso del Ser humano, el tiempo pasa y jamás volverá. Juan Santana.