De parte de todo el equipo que formamos el digital sur “Felicidades a todas las madres del mundo”, inclusive a las almas de las Madres que están en el más allá, esperando a todos los seres queridos y confieso que gracias a éste gran día de la madre, millones de cerebros hacen un stop a las malas noticias, porque desgraciadamente vivimos tiempos de cometer maldades por vicio y cada día estamos más divididos.
El éxito de las personas comienza cuando tiene la gran suerte de nacer en cualquier punto del planeta dónde no hay guerra ni hambre, con una familia unida y mucho amor, dónde nada más salir del vientre de la madre, te ponen la teta en la boca, nos limpian el culete, nos miman, nos abrazan, nos enseñan a ser buenas personas saludables física y mentalmente.
Luego seguimos creciendo y el destino marcará nuestro futuro según el factor suerte en contra o a favor y crecemos con diferente color de piel, diferente política y posición social, diferentes culturas, rubios, pelo rizado o lacio, ojos marrones o azules y “en lo único que coincidimos la raza humana es en el color de la sangre” y digo en el color solamente, porque hasta en la sangre existe la diferencia entre positivos y negativos, lo cual demuestra que el tema de la igualdad es un paripé, un postureo, una mentira.
La raza humana siempre estuvo y estará dividida entre buenas y malas personas por infinitas razones sin entrar en detalles, pero para una madre sus hijos siempre serán buenas personas, aunque seamos unos golfos y muy requete mal tiene que portarse un hijo para que una madre llegue a rechazarlo, porque el amor de una madre es insuperable y es una verdad cómo un templo, el que todas las personas somos conscientes de todos los sucesos que están ocurriendo en nuestro espacio, pero cada persona tiene su visión de las cosas y la gran mayoría nos creemos llevar el poder de la razón y ser más listos que nadie.
Aquí lo dejo para seguir reflexionando sobre las romerías de los pueblos y estimado lector, gracias por regalar un poco de tiempo leyendo, el tesoro más valioso del ser humano, el tiempo pasa y jamás volverá. Felicidades a todas las Madres del Planeta Tierra. Juan Santana.