Dos personas y yo, somos testigos presenciales y puedo jurar ante Dios, que ella preguntó a él delante de nosotros cuánto costaba su coche, demostrando una vez más que en esta sociedad existen las personas interesadas (hombres y mujeres), pero ella cayó en la trampa del amor, porque Dios y el Diablo están arriba.
Cuando ocurrió este inolvidable encuentro, que lo recuerdo como si fuera ayer, mi amigo cambió totalmente su actitud y me preguntó más de una vez, “¿Te fijaste como me miraba?”, pero por más que le advertía que esa mujer es una interesada por su bólido, parecía que era sordo, pero él cada vez estaba más convencido de que es un amor a primera vista y ocurrió algo inesperado.
Reconozco que actualmente a ella le encanta ir enganchada a su brazo caminando por las calles sin miedo al que dirán y está tan enamorada que siempre camina mirando a él y cada rato tropieza con alguna piedra o en las subidas o bajadas de las aceras.
Ella ahora confiesa la verdad y reconoce que al principio no se había ni fijado absolutamente nada en él, pero el roce hace el cariño y cuando le preguntaba a ella, “¿Tu lo quieres de verdad?”, ella siempre respondía cantando una canción famosa que dice, “¡Si, si si, nuestro amor es tan profundo, que lo sepa toa la gente, que lo sepa todo el mundo!”.
Ella es de Charco del Pino en el sur de Tenerife y él es de Juncalillo en Gran Canaria y por el destino o por obra y gracia de la naturaleza o por el instinto animal, en estos momentos están viviendo una historia de enamorados, ajenos a la pura y dura realidad del día a día, ignorando todos los sucesos habidos y por haber.
Actualmente están viviendo la misma actitud de los lobos o las ballenas en celo, alejándose de la manada para ser libres volando sin alas, porque el amor llegó a ellos, sin saber por qué. Lo importante es que se quieren y esto es lo que hay que comprender.
Comprender que se quieren, comprender que se aman y que ellos viven un amor sincero. Jamás quieren despedirse porque en el amor, no existe el adiós y sus almas están tan unidas, que es imposible separarlas, pero con el tiempo comprobaremos que todo es más de lo mismo y ciertamente hay que reconocer que todo es bonito mientras dura.
Si has leído hasta aquí, espero que hayas sonreído con ésta broma, pero si eres el típico amargado de turno, te aconsejo que metas la cabeza debajo un grifo con agua fría y que después te comas un par lonchas de queso de carne cabra semiduro y verás como tú actitud será más positiva.
Aquí lo dejo para seguir reflexionando sobre las romerías de los pueblos y estimado lector, gracias por regalar un poco de tiempo leyendo, el tesoro más valioso del Ser humano, el tiempo pasa y jamás volverá. Juan Santana.