Noticias Tenerife Juan Santana: ¿Comer en Restaurantes es más barato?

Juan Santana: ¿Comer en Restaurantes es más barato?

En la calle escuchamos frases que nos dejan dudosos, porque a muchos nos confunden. Por ejemplo, “La unión hace la fuerza, el pueblo unido jamás será vencido y luego a la misma vez sueltan, divide y vencerás”. Entras en un restaurante con buenos precios y pides un plato de lomo adobado, con ensalada, papas fritas, un huevo frito y una salchicha y todo ésto por ocho euros.

Si profundizamos en todo el camino que conlleva llegar a comerte éste plato en tu casa, tienes que comprar el lomo, las papas, la ensalada, aceitunas, huevos y salchichas, sin olvidar el aceite y los gastos de electricidad si utilizas vitrocerámica o gastos de gas.

Obviamente no comemos todos los días en restaurantes, pero si puedes permitirte éste capricho un par de veces al mes, vale la pena, porque además llegamos al restaurante, nos sentamos después de lavarnos las manos y una persona nos sirve, sin olvidar al cocinero.

Sigues profundizando y tampoco podemos olvidarnos de que los restaurantes tienen que vender muchos platos a ocho euros para poder pagar los gastos de personal incluyendo los seguros, autónomos, luz y agua, alquileres si los hubiera o los hubiese.

Tampoco podemos olvidar que para que las papas fritas lleguen al plato, dichas papas estuvieron tres meses bajo tierra con sus gastos antes de cogerlas el agricultor y hablamos del agua para regarlas, el guano por ejemplo, el transporte hasta el mercado y sin olvidar a las lechugas, el tomate, el pepino, las aceitunas, las gallinas que ponen huevos del uno, el dos o el tres y la fábrica de salchichas que llegaron desde Alemania hasta Tenerife, ¡Chacho!, Ditosadios quenoganaunopadisgustos y tampoco podemos olvidarnos de que estás sentado en una silla con una mesa que fabricó un carpintero después de cortar los árboles en cualquier bosque del planeta y el plato o las servilletas que vienen con sus letras impresas en cualquier serigrafía, sin entrar en detalles de cuánto camino tenemos que recorrer para poder montar una serigrafía.

La pregunta es, ¿Vale la pena comer de vez en cuando en un restaurante?. Personalmente creo que sí vale la pena, porque además de ahorrar tiempo y dinero, descubres que con un simple plato de comida, podrías escribir un libro de más de cien páginas.

Que conste que no hemos sumado la botella de agua pequeña fresquita y aquí lo dejo para seguir reflexionando sobre las romerías de los pueblos. Estimado lector, gracias por regalar un poco de tiempo leyendo, el tesoro más valioso del ser humano, el tiempo pasa y jamás volverá. Juan Santana.

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