Un amigo es aquel que cuando te ve triste, te pregunta, “¿A quien tenemos que matar?”. Cuando has recorrido seis décadas de vida con la suerte de haber recorrido un millón de kilómetros, pero sigues saltando y sin embargo sientes que no has hecho casi nada y además sientes que has perdido el tiempo, es porque tú cuerpo está cargado de energía incombustible de baterías alcalinas.
Cuando tienes la suerte de haber conocido a miles de personas, tuviste más posibilidades de encontrar amigos, igual que los buscadores de oro cuando encuentran alguna pepita entre millones de kilos de tierra.
Les presento a el amigo Ángel de Arico en Tenerife, un guitarrista brutal ex componente y uno de los fundadores de un famoso grupo bautizado en Abril de 1.997 con el nombre de “Sin Fundamento”.
Todavía sigue dando caña a sus sesenta y un años, con la misma cara, con el mismo cuerpo y la misma energía, pero algo más sorprendente es que ama la cocina, especialmente la pastelería y está fuerte y flaco, lleno de músculos y fibra, pero no lo entiendo.
En veinte años nos hemos visto tres o cuatro veces y siempre olvido preguntarle si el no prueba las tartas ni los dulces que prepara, porque si fuera yo quien los hiciera, estaría gordo como una cochina del Cabildo.
Otra anécdota es que llevo hablando con una chica por Facebook hace más de un año, pensando que era su hija Ahila y para colmo tiene a un familiar parecido y siempre le digo, “Dale recuerdos a la familia”. Ditosadios, no terminamos de sorprendernos.
Aquí lo dejo para seguir reflexionando sobre las personas que conocemos y estimado lector, gracias por regalar un poco de tiempo leyendo, el tesoro más valioso del ser humano, el tiempo pasa y jamás volverá.