Adela cumplió noventa y seis años el dieciocho de julio de éste año 2.022 y actualmente está como una puncha, pero hasta hace poco tenía a sus hijos por el camino de la amargura, porque resulta que estaba decaída y más enferma de lo normal, hasta que sus hijos descubrieron que las pastillas que tenía que tomarse para estar fuerte, las tiraba Dios sabe dónde.
Ahora está más viva que los jóvenes de veinte años y con una memoria brutal. Aquí les presento a Adela y a Eladia, porque merecen ser más famosas que Belén Esteban de Tele 5, la ex de Jesulin Ubrique el torero. Adela nació en Arure, por la Gomera, la isla más linda después de Gran Canaria lógicamente y de esto hace noventa y seis años cuando aún no estaba ni el Teide.
En su juventud el gofio lo hacían con la baba de las helechas, la secaban, lo molían y hacían el gofio. En el año 1.965 tuvo su primera burra comprada por cuatrocientas pesetas y en estos tiempos era el mejor o el único medio de transporte, para llevar o traer la leña y el guargaso, que eran las ramas secas.
Preparaban con sacos amarrados y así envolvían todo esto para poder transportar bastantes kilos a muchos kilómetros. Los tiempos han cambiado mucho y ahora hasta un Seat Panda con yantas de manganeso y cierre centralizado es un coche antiguo.
También les presento a Eladia en paz descanse, que actualmente hubiera tenido ciento diez años. Nació en la Aldea San Nicolás de Tolentino, en la mejor isla, Gran Canaria y no es porque lo diga yo, que soy canarion, es porque lo dice Carmensa la prima de Lala amiga de Rosa de Charco del Pino en Tenerife.
A Eladia o Yaya cómo le llamaban sus nietos, le encantaba tostar el millo (maíz en bilingüe) y también le encantaba llevarle la comida a los perros cazadores.
Si desean más información de Adela de la Gomera o de Eladia de Gran Canaria, podemos llegar a un acuerdo y en Sálvame Deluxe contaremos lo que nadie jamás imaginó.
Aquí lo dejo para seguir reflexionando sobre aquellos tiempos maravillosos. Estimado lector, espero que haya logrado sacarle una sonrisa y gracias por regalar un poco de tiempo leyendo, el tesoro más valioso del ser humano, el tiempo pasa y jamás volverá.
Juan Santana.
