Por aquello de volar leyendo, porque volamos gratis y compartimos historias, deseando que pases un rato emotivo, triste, simpático y cargados de sentimientos positivos y negativos. Hoy miércoles trece de Octubre del 2.021 desde La Palma, Giovanni, mi amigo de corazón me envió unas imágenes fotográficas para demostrar que las cenizas del famoso y diabólico volcán están llegando hasta Tijarafe y Punta Gorda, pero llegan hasta el infinito y más. Pero además el sábado y domingo pasado sintieron unos pequeños temblores, sin olvidar el pestufo a huevos podridos ocasionado por el gas que sale desde las mismas entrañas del fondo de la tierra. Ojalá pase pronto éste dolor, aunque escuchamos que esto lleva su tiempo largo, pero habrá que tener esperanza. Son miles de historias que podríamos escuchar y leer de La Palma, pero mejor que sea despacio para no caer en el pozo de la tristeza y por eso cambiaré de tema, compartiendo la historia que me sucedió éste mismo día en Vilaflor en Tenerife.
Resulta que salgo de saludar al Santo Hermano Pedro en Vilaflor y cuando estábamos esperando para tomar café justamente en el Restaurante del mismo nombre Hermano Pedro situado frente al Ayuntamiento, una abuela que vive sola en la casa anexa a dicho restaurante sale pidiendo ayuda porque no puede cerrar un grifo y perdió el teléfono móvil para poder llamar a su hijo. Me ofrecí ayudarla y entro con ella a la casa hasta el jardín con toda la confianza del mundo y salió un perro muy chiquito, pero cuando llegamos al jardín aparecen tres perros pastores alemanes y un perro presa con caras de pocos amigos. Observé que el problema era un grifo que seguramente lo abrieron los perros sin querer y le pedí un palo a la abuela. La abuela preguntó si iba a pegarles a los perros y le expliqué que era para cerrar el grifo desde lejos, porque si entro al jardín, los cuatro perros me convierten en carne molida para espaguetis. Cerré la llave con el palo y la abuela quedó contenta y feliz. Aquí lo dejo.
Estimado lector, gracias por regalar un poco de tiempo leyendo, el tesoro más valioso del Ser humano, el tiempo pasa y jamás volverá.
Juan Santana.