José María García Juez, está muy afectado y triste, porque el pasado día 14 de diciembre, frente a la gasolinera de la carretera vieja de Los Cristianos a Guaza, en el sur de Tenerife, cuando su perro se suelta en busca de alguna perra que estaba en celo, algún conductor lo mata dejándolo tirado en plena calle. Denuncia al Ayuntamiento de Arona, aunque quién realmente tomó la decisión de tirar al perro fallecido al camión fueron los que este día a las cuatro de la madrugada estaban haciendo dicho servicio, en vez de llamar al veterinario o al mismo dueño, ya que el perro lleva su micro chip. Mientras habla José María de “Luca” su perro, las lágrimas corren por su cara y comenta que la misma Policía Nacional y Local tomaron fotos del suceso. Estimado lector, gracias por regalar un poco de tiempo leyendo, el tesoro más valioso del ser humano, el tiempo pasa y jamás volverá.
José María García Juez, añade que el mismo veterinario aconsejó que denunciara el caso para concienciar a la sociedad, de que en estos casos, deben incinerar a los animales y no tirarlos en contenedores o a los camiones del Servicio de Limpieza. Incluso pide por favor que publique su número de teléfono móvil, que es el 612260832 para quién desee llamarlo para más información, sin ningún problema está a total disposición. Comen tan que a las personas que nos gustan los animales y tenemos mascotas en nuestra casa nos puede resultar un poco fría la visión que el ordenamiento jurídico tiene de ellas. Para todos los países cuyo régimen jurídico deriva del derecho romano los animales tienen en esencia la misma categoría jurídica de las cosas. Es decir, un gato o un pájaro se pueden vender, comprar, regalar, y al mismo tiempo no tienen derecho a elegir, ni a ser propietarios.
El derecho “cosifica” a nuestras mascotas a la hora de reclamar una indemnización por el fallecimiento de nuestros perros y gatos frente al seguro responsable. A falta de un reglamento de valoración similar al baremo, nuestras mascotas se rigen casi por los mismos principios de valoración que cualquier otra pertenencia que se nos hubiera quedado inservible en un accidente de circulación. Así, y en base al Código Civil, deberemos estar al precio de compra del animal y si se ignora éste por tratarse de un regalo al precio de mercado de una mascota de la misma raza y edad.