Los berros tienen más calcio que la leche, es medicina contra el escorbuto, solemos comer muy pocos berros y montón de Vitamina C. Es una verdura muy antigua y recuerdo de pequeño comer muchas veces potaje de berros, una hierba que parece alfalfa y crece donde haya mucha agua. El explorador James Cook empleó en 1768 una provisión de semillas de berro para luchar contra el escorbuto y los antiguos peregrinos del Camino de Santiago consumían berros para calmar los dolores de caminantes, para las inflamaciones o dolores producidos por el reuma, grietas en la piel, callos en los pies o otras heridas. Los berros tienen vitamina A conocida como Retinol, Manganeso, Zeaxantina, Luteína, Riboflavina, Niacina, Vitamina B6, Tiamina y Ácido Pantoténico
Sin más rollos, vamos a compartir la receta de José Luis, confesando que agarré medio berrinche, porque unos cocineros dicen que el potaje de berros lleva mínimo dos horas al fuego y Barbuzano dice que es todo lo contrario, porque entonces, quitaría el sabor del berro. Para el potaje tenemos que buscar, lógicamente Berros, cilantro, zanahorias, cebolla, ajo, judías pintas, costillas saladas, piñas de millo, bubango o calabacín, papas, aceite, cominos y sal. Un ingrediente secreto de la Gomera es añadir un trozo de Ñame para disfrutar de un buen potaje de berros, pero cada uno pondrá su cantidad, porque compartiré como haré yo mi potaje, esperando que salga bien. Ponemos agua como para siete u ocho platos, metemos el cilantro bien cortadito, las zanahorias cortadas finamente, las costillas desaladas para que no salga muy salado el potaje, papas un poco grandes, una cuchara sopera de aceite oliva, comino y sal, comenzando hasta hervirlo durante veinte minutos.
Recuerden que Barbuzano no hace nunca fritura, porque así no tenemos el problema de acidez y recordar que en una batidora batimos la cebolla, con tres o cuatro dientes de ajo, para cuando falten diez minutos y apagar el fuego, añadir dentro dicho batido y lógicamente es cuando añadimos los berros bien cortaditos, las judías y el calabacín. Si hacemos el potaje en una cocina eléctrica dejaremos sin problema el potaje con el calor que estará un buen rato más y si es con cocina de gas, haremos el truco de la abuela, tapando el caldero con un buen paño de cocina y que haga el trabajo de un horno casero. Estimado lector, gracias por regalar un poco de tiempo leyendo, el tesoro más valioso del ser humano y especialmente como siempre gracias a José Luis Barbuzano por su sabiduría.
Por: Juan Santana.
