En la carta anterior recibí algunos piropos positivos a pesar de que a mí no me gustó nada la carta, pero intento siempre escribir con el corazón por encima de los teclados y a veces sale broncas. Además la carta anterior tiene un título especial, “Aconsejo que no leas ésta carta”, fue el titular y sin embargo ésta carta si espero que llegue a el Alma Positiva.

Un lector que lee todos los días éste periódico me suplicó que dedique una carta a las sonrisas, al buen Rollo, a las familias casi perfectas y gracias a Dios conozco a muchas personas felices y obviamente a familias maravillosas en muchas partes del mundo.

En Inglaterra, dónde he ido muchas veces incluso a celebrar cumpleaños, o en Francia, Alemania, Argelia, en Gran Canaria, Gomera, en la Palma y algunos más. Estuve pensando y llegó a mi cerebro una sonrisa con mucha luz, la de Laura Marante, Tony y toda su familia. Con Laura Marante y su madre, he compartido algunas cañas en Las Galletas, al sur de Tenerife con buenas tertulias y ojalá que pasen estos tiempos tan chungos de negatividad y Dios o el destino nos regale nuevos encuentros y estoy seguro que así será. Lo curioso es que después de pensar o soñar con Laura y su madre, cuando estaba por la mañana en una terraza tomando café, tropiezo con el padre de Laura Marante y compartimos unos minutos de sonrisa y café que ya es bastante. Según te ven, te miran y las sonrisas son cómo las linternas que iluminan el camino de la vida, sin entrar en detalles.

Deseo felicitar a todas las personas que sonríen y fomentan el buen rollo. Deseo felicitar a todas las familias que a pesar de los pesares luchan por mantenerse unidas pase lo que pase y tueste lo que tueste. Deseo felicitar a todas las personas que luchan por un mundo mejor, porque por encima de todos los valores materiales, está el Amor a los demás y para querer a los demás, primero tenemos que querernos a nosotros mismos.

Estimado lector, gracias por regalar un poco de tiempo leyendo, el tesoro más valioso del Ser humano, el tiempo pasa y jamás volverá.

Por: Juan Santana.