Nací en Gran Canaria, vivo en Tenerife y desde La Palma, traje una pequeña maceta cargada de tierra limpia, con la sana intención de plantar unas semillas de cilantro, que también las compré en el Paso, Municipio palmero. La tierra es muy fértil, enterré media bolsa de semillas, puse agua en Agosto del 2.020 y esperando unos meses hasta Octubre, observo que nacieron vidas ancestrales que estaban esperando tal vez el agua o una vida mejor. Han crecido todo tipo de hierbas en cantidad, pero cilantro muy poco y puse semillas en toda la maceta.
En este pequeño espacio de tierra, tengo la suerte de poder reflexionar y compararlo con los momentos actuales. La Tierra o el Planeta Tierra es de todos y los seres humanos, es la raza más chunga y más dañina. Desde que descubrieron el transporte por tierra, mar y aire, están yendo de aquí para allá y de allá para acá, buscando una mejor vida, huyendo de sus países buscando la felicidad, o huyendo de las injusticias, o huyendo de la misma justicia de sus propios países porque algunos son unos seres sin escrúpulos. Algunos africanos pueden venir a Europa con las mismas razones que tenía Cristóbal Colón, para cambiar el mundo con sus creencias y resumiendo, “Cada uno sabrá sus cosas”.
Algunos humanos son muy buenos, pero no son realistas y no llegan a la conclusión de que hemos perdido el control y estamos dando tumbos a nivel mundial. Unos los llaman invasores, otros tenemos claro que Todos Somos Personas, pero es verdad, que hemos perdido el control en todos los sentidos. Es cómo cuando aparecen visitas a casa inesperadamente una y otra vez y tenemos que convocar una reunión o comenzará la guerra mental, sin entrar en más detalles.
A mi pequeña maceta del cilantro, llegaron los ancestros cuando sintieron el agua y somos agua. Tal vez, si las hierbas hablaran o hablasen les dirían al cilantro, que ellas estaban mucho antes y tienen sus derechos. Además, la tierra la trajo un invasor de Gran Canaria, desde La Palma hasta Tenerife.
Estimado lector, gracias por regalar un poco de tiempo leyendo, el tesoro más valioso del Ser humano, el tiempo pasa y jamás volverá.
Por: Juan Santana.
