Hace muchísimos años cuando las vacas iban dando vueltas a la Era con un enganche amarrado e iban arrastrando para trillar el trigo guiadas por un campesino, siempre iba algún niño pegado al culo de la vaca agarrando una bacinilla o un cubo, vigilando hasta que la vaca levantara el rabo para echar sus moñigos. Cuando levantaba el rabo, rápidamente el niño ponía la bacinilla pegada al culo, para que la caca cayera dentro y no encima del trigo.
Cuando el tiempo de las Eras, eran otros tiempos, nunca mejor dicho y no existían las redes sociales, ni las televisiones, pero había menos come cocos internautas y la información llegaba más tarde si es que nos llegaba. Actualmente tenemos información por un tubo, con una media de tres mil millones de personas conectadas a las redes sociales segundo tras segundo y la información y las imágenes pasan tan rápido que es imposible atrapar ninguna para siempre. Y teniendo en cuenta que todos queremos ser protagonistas, por infinitos motivos, el bombardeo informativo es imposible detenerlo ni determinarlo.
El veneno tecnológico más peligroso, es la información falsa, aunque sean bromas, porque diez veces una mentira, o una mentira repetida diez veces puede convertirse en verdadera y usted habrá comprobado que sin darse cuenta, pasamos de la Era, hablar de las noticias falsas y verdaderas.
Estimado lector, gracias por regalar un poco de tiempo leyendo, el tesoro más valioso del ser humano, el tiempo pasa y jamás volverá.
Por: Juan Santana.
