El camarero cubano de un bar cuyo nombre reservo por motivos de seguridad, especialmente por su familia, está preparando unos mojitos auténticos de Cuba. Pero está triste porque obviamente está pensando en su tierra, su familia, sus amigos y solamente lleva dos años en Tenerife.
Hoy día doce de Julio del dos mil veintiuno, millones de personas hemos sido testigos con las imágenes de televisión y redes sociales, del sufrimiento del pueblo cubano, porque la situación es casi insoportable y digo casi insoportable, porque todavía gran parte del pueblo cubano sale a la calle a pedir “respeto”. Escribo respeto, por no escribir que salen a pedir comida, medicinas, orden, trabajo, esperanza y más Amor por parte de los gobernantes o el gobernante, porque tampoco estoy tan seguro de quién o cuántos mandan en Cuba. “En España si sabemos que manda to’dios y no manda nadie”.
Recuerdo cuando estuve en Cuba por el año 2.006 en Santa Clara, quedándome en la casa de Conchita, una profesora de inglés que cobraba 25 € al mes y por lo visto era mucho, comparado con aquellos que no habían estudiado. Además le daban cuatro panes diarios por la ventana de la cocina firmando una cartilla y por la tarde cuando estaban cerradas todas las tiendas, me tocó vigilar por si venía la policía, porque compramos una botella de aceite (de las pequeñas de agua), para poder freír papas y por medio euro.
Recuerdo preguntar al hijo de Conchita que podía regalar a su madre y respondió, “un cubo, un balde”. Me quedé flipado. Le compramos dos cubos cargados de embutidos enlatados y muchas cosas más, además de darle dinero y qué fácil es contarlo, porque otra cosa es vivirlo. Algo que hizo sentirme con una mezcla de sentimientos, fue hoy viendo los vídeos compartidos en las redes, cuando el pueblo gritaba, “El pueblo unido, jamás será vencido”. Siempre diré que esta frase, desgraciadamente suele gritarse cuando el pueblo está casi ahogado y ojalá fuera mucho antes, pero los seres humanos ya sabemos cómo actuamos, sin entrar en detalles.
En España y Canarias pasará lo mismo, cantaremos el pueblo unido jamás será vencido, cuando ya será tarde. ¿Quieres que lo jure? Estimado lector, gracias por regalar un poco de tiempo leyendo, el tesoro más valioso del Ser humano, el tiempo pasa y jamás volverá.
Por: Juan Santana.