Cuando tus garbanzos están asegurados.
Vivimos tiempos de locura con tanta noticia chunga cada minuto a través de los infinitos medios de comunicación, pero además sumamos a las millones de personas comentando en las redes sociales y al final todos buscamos lo mismo, el protagonismo con verdades o mentiras, con ironías, chistes, frases filosóficas o con cualquier rollo patatero.
Muchas veces escribo especialmente en el feisbuc “Aquí estamos arreglando el mundo en el feisbuc cuando no tenemos otra cosa mejor que hacer”, porque hemos caído en la trampa de éste punto de encuentro tecnológico para escribir y leer, sin olvidar aquellos que solamente observan para estudiar el comportamiento humano y vender cualquier producto o porque son simplemente unos zorros o unas zorras.
Actualmente a nivel internacional tenemos a Rusia y Ucrania dando caña, por infinitos motivos ancestrales y en el presente los mercados están aprovechando la jugada para vender desde armamento hasta lo inimaginable y siempre con amor, sin olvidar que Amor viene de Amortizar, pero además los políticos españoles están relajados porque la atención está centrada en la guerra y ellos están felizmente ignorados. Pero en España tenemos muchos problemas sin resolver, tapados con Don Dinero como el caso de la migración, porque mientras haya dinero para pagar cómodamente los gastos mínimos obligatorios está todo resuelto.
Y mientras a las pobres personas que van llegando huyendo de sus países, los políticos sigan solucionando el problema con Don Dinero, porque es una postura cómoda, todo irá bien, hasta que acabe el dinero obviamente. Pues resulta que los transportistas autónomos no pueden pagar el alto precio del combustible y tienen hijos que alimentar, organizan huelgas y el gobierno les llama ultraderechistas porque unos pocos han hecho sus cosillas y con ésta disculpa pasan los días sin solución, pero el gran problema es que los transportistas no son las personas que llegan en cayucos con un techo y comida solucionado.
Justamente los camioneros son los que incluso les traen la comida a las pobres personas que llegan en cayucos y como los Ministros viven en otra dimensión con sus grandes nóminas y para colmo tienen más ventajas, verán y sentirán aún menos el dolor de los “transportistas de buen rollo” y todo no se soluciona con la palabra babosa “Diálogo”.
Creo que los ministros no son conscientes del gran problema del carburante ni de las neveras vacías y están buscando disculpas baratas llamando ultraderecha a todo aquel que lucha por una vida digna. Aquí lo dejo para seguir reflexionando. Estimado lector, gracias por regalar un poco de tiempo leyendo, el tesoro más valioso del Ser humano, el tiempo pasa y jamás volverá.
Juan Santana.
