En la foto adjunta podemos ver desde el padre de Agustín Marichal o el de Carlos Magdalena, dos empresarios del Sur de Tenerife y obviamente todos son desconocidos para la gran mayoría de habitantes del planeta. También está Sebastián, ex concejal en el Municipio de Arona, mi bisabuelo sentado y una imagen de mi padre bailando conmigo rescatada de un vídeo clip, que monté cuando mi padre ya estaba en el más allá y así estará bailando hasta que el planeta Tierra reviente con la caída de los meteoritos. También podemos ver a la mujer en paz descanse de Domingo, el señor que estuvo muchos años en un kiosquito muy pequeño de la parada de guaguas de Los Cristianos y también están los tíos abuelos de Ana Oramas Diputada de Tenerife en Madrid y fue alcaldesa de La La Laguna en Tenerife. Nacidos entre la Gomera y Gran Canaria. ¿Cuántas personas queridas están esperando por nosotros en el más allá?. ¿Cuántas veces las recordamos después de ir a donde todos iremos?. La vida es un paseo, un regalo, un sufrimiento, es un don, un camino con un destino desde el primer segundo que logra el espermatozoide ganador llegar a la meta.
La Vida es Bella mientras sea verdad y como decían nuestros ancestros acabados de salir de las guerras y el hambre, “Cuando un niño nace en la pobreza deberían matarlos como cuando matan a los conejos”. Desde la era cavernaria hasta el día de la fecha la historia de la humanidad ha sido una película basada en hechos reales y creo que siempre hubo el mismo rollo o la misma actitud. Los más inteligentes, los más ignorantes, los más astutos, asesinos, agricultores y así hasta el infinito y más, pero si de algo dependemos absolutamente todos, es de la comida, el foco de la vida y la salud. El descubrimiento del fuego, la rueda, el dinero, el transporte y la medicina han sido avances brutales para la humanidad.
Actualmente estamos en la era robótica y serán quienes dominen la Tierra, porque los robots saldrán al mercado dentro de pocos años y no tengo muy claro si cuando llegue éste momento seguiremos celebrando el Día de los Santos Difuntos y todos seremos Santos cuando seamos difuntos, porque un difunto jamás cometerá errores y obviamente jamás hará cosas buenas ni cosas malas lógicamente. Los robots serán simpáticos, hasta el día que comiencen a correr detrás de nosotros con armas para matar y he mezclado el Día de los Difuntos con los robots, porque si profundizamos un poquito, nosotros somos robots que dependemos de una tarjeta, llamada teléfono móvil y hasta el momento los llevamos en el bolsillo o en la mano, hasta que nos lo metan por el c……erebro. Un abrazo grande para todos los difuntos a través de esta carta y si desde el más allá están observándonos, espero que estén sonriendo mientras escribo.
Estimado lector, gracias por regalar un poco de tiempo leyendo, el tesoro más valioso del ser humano, el tiempo pasa y jamás volverá.