¿Qué pudo sentir la primera persona qué descubrió hace miles de años qué el caballo era doméstico? ¿Qué pudo sentir cuando agarrado al cuello, el caballo comenzó a galopar y vivió la velocidad? Después descubre qué podía montarse encima y recorrer muchos kilómetros para cazar o descubrir nuevos horizontes. Además descubre qué podía cargar sus productos y materiales.

Seguro que también sentiría el amor hacia los animales, porque el roce hace el cariño y al principio de la era, los animales eran solamente para comérselos. Luego descubren qué hasta los lobos, los mismos leones, los elefantes y la gran mayoría de animales hasta los delfines podían ser animales de compañía.

Los seres humanos siempre pecan en la maldad, maltratándolos, negociando con ellos en los parques zoológicos y todavía en algunos países comen perros, gatos, murciélagos y toda clase de bichos. Pero centrándonos en el caballo y la bicicleta como medio de transporte caemos en el olvido del caminar, cuando caminar es muy bueno para el cuerpo. Lógicamente los tiempos han cambiado y los humanos no salen de cacería para poder alimentarse, estamos acomodados la gran mayoría del planeta a los sillones qué nos dejan roncando a los cinco minutos después de comer, frente a la caja tonta viendo Sálvame. Ahora las prisas forman parte de la actitud humana, aunque el coronavirus del 2.020 nos obligó hacer una parada en el camino y reflexionar de aquella manera.

En mi caso personal y seguro qué muchos coincidimos, es qué la bicicleta es mejor para practicar deporte, porque tenemos la posibilidad de disfrutar mucho más del paisaje, sea montaña o costa, con el peligro de quienes van por el asfalto. Ahora vivimos en un mundo de mercado, las marcas brillan por su presencia y los más pudientes llevan bicicletas de seis mil euros con su vestuario de dos o tres mil euros.

El deporte es un movimiento, un invento para el sudor, nuestro cuerpo lo necesita por y para la salud. Caminar, pedalear, correr, nadar o lo qué sea, pero en estos tiempos en el deporte está la clave. Estimado lector, gracias por regalar un poco de tiempo leyendo, el tesoro más valioso del ser humano, el tiempo pasa y jamás volverá.