A pesar de amar la libertad de expresión a veces Odio a los periodistas y estoy colaborando en un periódico dónde muchas veces el Director me tira de las orejas, porque soy normal con mis errores y especialmente cuando pierdo los estribos no controlo mis impulsos y salta el negativo. A veces escribo palabras mal sonantes y lógicamente desde la Central del periódico, cambian el texto porque saben que he tenido un mal día, pero somos personas y cuando Tele 5 o la Sexta, sueltan en las Noticias a la pobre niña del famoso y baboso Coronavirus, agarro unos emputes de mil pares de botones, porque solo piensan en sus Audiencias matando la moralidad. Estimado lector, gracias por regalar un poco de tiempo leyendo, el tesoro más valioso del ser humano, el tiempo pasa y jamás volverá.
Cuando somos adultos, caemos en la desgracia de interesarnos por las Noticias y estar al día de los acontecimientos y digo para mis adentros, ¡Viva la Ignorancia!, sin ánimos de insultar. Muchas veces admiro a los que van por la Vida pasando de todo, con sus carreras universitarias bien terminadas, viajando por donde puedan, relajados y felices. Si les preguntas que te parece este o el otro tema de política o de algún político, algunos responden con voz tranquila y relajada con la máxima educación, “La Verdad que no veo la tele, me gusta caminar, tomar el aire, nadar, hacer deporte, leer libros sin parar y sobre todo viajar”. Parece que nos están diciendo con vaselina, “Vete a tomar por culo” y algunas veces me digo, “Nos merecemos todo aquello malo que nos pasa en la sociedad por este tipo de personas que pasan de todo”, pero confieso que otras veces pienso que son personas con Mucha Suerte, siento que esto no tiene solución y nos vamos al hoyo del infierno.
Gracias a Dios o Alá o a Rita la Cantaora, la mayor parte de las veces tengo esperanza, deseos de lucha, ganas de Vivir demostrándolo con luchas altruistas por esta Sociedad que está dormida, hipnotizada, atontada, abobada, con políticos mentirosos irresponsables peleándose mutuamente fomentando cada vez más mierda, peores que las ratas, porque las ratas pueden morder cuando están acorraladas y en defensa propia, sin embargo el ser humano es traicionero, clava los puñales por la espalda, miente más que hablan y somos idiotas por naturaleza. ¡Ños!, chiquita bronca estoy echándome incluso a mí mismo, porque la bronca también va por mí. Intentaré cambiar y perdonen el mal rollo que tengo ahora.
Por: Juan Santana.