Parece que la cosa no cambia, cada vez somos más modernos y falsos con nosotros mismos. Cuando hay elecciones los perdedores o los que no han ganado, lloran por dentro en silencio o por fuera y según la educación o la forma de ser será nuestro comportamiento y nuestras opiniones.
Estamos hablando en general y en éste caso nos referimos a Ayuso que ganó a saco, pero hubo una gran diferencia entre Rajoy y Pablo Iglesias, porque cuando echaron a Rajoy con la moción de censura, Rajoy dijo esto exactamente en el Parlamento para despedirse de Pedro Sánchez, “Le deseo lo mejor a nivel personal y en política…”, sin embargo Pablo Iglesias, soltó en la tele que ahora iba a ir todo mal en sanidad y bla bla bla. Tal vez podrá ir peor, pero está claro que Ayuso ganó las elecciones y punto pelota. Aunque realmente quién ganó, fueron los votantes, quiénes movieron el culo para dirigirse a la urna y hablar con sus votos, es decir, ganó la democracia, ganó la libertad de poder decidir y ajo y agua.
Luego estos progres tienen los santos huevos de llamar fachas a quiénes no piensan como ellos, hay que tener huevos. Después tenemos al progre de Wyoming en la Sexta, que estuvo dándole caña a Ayuso con su teatro barato y no puede disimular la rabia, haciendo tonterías teatrales con risas programadas, en vez de felicitarla, pero será que los que les pagan sus nóminas, no les dejan ser personas.
Estimado lector, gracias por regalar un poco de tiempo leyendo, el tesoro más valioso del ser humano, el tiempo pasa y jamás volverá.
Por: Juan Santana.