Van pasando las generaciones de intelectuales, nombres con apellidos, de la noche a la mañana se van enmudeciendo, no salen tanto en los medios de comunicación, se van olvidando…
Puede que para usted, no sea totalmente consciente de este fenómeno. Intentaré no citar nombres, pero yo que ya estoy en la tercera etapa de la vida o existencia en esta tierra lo he ido notando y notificando década tras década. Los intelectuales y escritores y pensadores y pintores y, personas de otros oficios, que oías de oídas, mucho o poco, se van enmudeciendo.
Cuánto era joven, diríamos en la primera edad o etapa de la vida, que en distintas subetapas dura hasta los veinte años o veintena aproximadamente. Pues aquellos que eran foco y faro de tu primera formación en estos oficios de la cultura. Se fueron apagando, alguno parece que su estrella vuelve a relucir, pero la mayoría, no es que pasen el llamado “purgatorio de los escritores”, que mejor sería, “el purgatorio de los intelectuales o creadores o inventores”, sino que la mayoría ya apenas dejan un rastro –quizás, en el recuerdo de especialistas y expertos, esperando quizás, otra generación que los reviva…-.
Después, diríamos que vinieron aquellos que podríamos indicar, que florecieron y alumbraron, algunos mucho, mientras que tu situación biográfica, podemos autotitular de la segunda etapa de la vida la segunda edad, que podríamos indicar a grandes rasgos entre la veintena de tus años hasta la sesentena, o la edad de la jubilación oficial.
En este tiempo, con distintas subetapas, podríamos indicar la primera madurez, la madurez-madurez, y la tercera madurez, pues en estos lustros, cada uno intenta florecer, o al menos, intenta hacer “carrera cultural”. Cada uno de distinto modo y manera, entrando en alguna de las industrias culturales, en la enseñanza en el grado que puedan, en la creación o investigación cultural en cada especialidad…
En esta etapa se percibe como algunos consiguen arribar a los estadios de estar presente más o menos altos, diríamos en el Olimpo Cultural, cada uno en su especialidad. Con diversidad de modos y maneras y formas y cristalizaciones, pero pueden estar ofreciendo conferencias, redactando libros, saliendo en los medios de comunicación, siendo tenidos como expertos o especialistas en sus campos, sean en la dimensión de la investigación o búsqueda, o en el de la originalidad o creación –lo mismo sea en matemáticas o filosofía o literatura o arte, etc.-.
Y, la tercera etapa de la vida, que puede ir cambiando según biografía personal, es cuándo clara y evidentemente, las personas se jubilan oficialmente de la profesión y oficio que han ido combinando con su función creativa, aunque sigan continuando con sus labores de creación o investigación… Diríamos que en esta etapa biográfica y vital y existencial y productiva, por lo general, en la mayor parte, es una continuación de la anterior, los que han alcanzado renombre, siguen teniéndolo, y sigue prácticamente igual.
Y, los que no lo han alcanzado, que son la inmensa mayoría, en cada campo, o su nombre solo ha brillado muy poco, o, quizás, solo a nivel local, provincial, regional, pero no a nivel nacional. Pues lo que no han alcanzado, ya saben o son conscientes que su producción cultural, no saben si se recordará dentro de un siglo o no, si todo lo inédito que tienen en los vientres de los cajones informáticos o materiales lo que va a suceder con toda esa producción… -porque en la Cultura, aunque no se diga, es uno de los campos que más producción se pierde, porque se mantiene, poco se recicla, la inmensa mayoría del material, va pasando de una generación a otra, y, se va perdiendo y deteriorándose y destruyéndose, esta es la realidad, aunque nadie quiera indicarlo…-.
Me vienen a la cabeza muchos nombres. He indicado que por respeto a esos autores y autoras no los voy a mencionar. Porque si encima expreso que apenas son recordados, pienso que les meto aún más adentro en el olvido. Y, en este modesto artículo no es su función reivindicar, sino contar lo que sucede.
En mi primera juventud, esa etapa de formación en muchos sentidos, recuerdo como se predicaban por los medios, las conferencias y congresos y libros y artículos de nombres de renombre y de brillo y rebrillo daban luz cultural al momento. Quizás, venidos de generaciones anteriores, ya, ya casi la mayoría con la sesentena de años solares, en aquellos tiempos. Pero después, con el cambio político de la Transición, se fueron apagando sus luces, se fueron apagando sus células y neuronas en esta vida, porque fueron poco a poco cayéndose en la tierra, haciéndose ceniza. Y, su influencia cultural, les fue sucediendo lo mismo –en la mayoría de los casos…-.
Pero después en la madurez, efectivamente, una etapa larga, de al menos cuatro décadas, las generaciones anteriores, con distintas edades han pasado, la misma evolución, han ido pasando de aquellos que tomaron el relevo en la Transición, y florecieron en la democracia, pero que ya han llegado al Tribunal de Dios, y, aunque no sabemos lo que les habrá sucedido en ese llamado Juicio Particular, según las creencias de los monoteísmos, si sabemos aquí, en esta tierra, que la mayoría de sus nombres están en el purgatorio.
Cierto es, que de esa etapa, todavía existe una generación que está en plena capacidad de desarrollo, diríamos que han hecho una buena carrera cultural, literaria o pictórica o filosófica o artística o científica o…, con lo cual, están recogiendo todas las mieses de los éxitos… Muchas de esas personas, serían de tu misma generación, y, sientes, no por envidia, sino por un mínimo realismo. Que ellos o ellas están en los parnasos culturales y en los olimpos, y, tú, siendo de su generación, estás prácticamente en el silencio –tendrá que ser así, muchos los llamados, pocos los escogidos…-.
Ahora, ya está floreciendo otra generación, diríamos la de final de siglo, personas de una cuarentena de años, que ya están situados en los primeros metros de la carrera, que irán sustituyendo poco a poco a los de la etapa de 1975-1980, por los vaivenes normales de la biología y de la biografía…
¡Esta es la realidad cultural, a grandes rasgos…! ¡¿Qué hacer o qué se podría hacer…!? ¡Quizás, quizás imitar el sistema norteamericano, que las bibliotecas universitarias o no, acumulan material de los escritores y pensadores y científicos y creadores…! ¡Materiales que no son solo los libros publicados, sino documentación, cartas, entrevistas, recortes de periódicos, etc., y con eso puede existir una posibilidad, que dentro de un siglo o de dos, quizás, al estudiar la etapa presente, exista suficiente material, para el estudio y análisis y la investigación…!
¡Actualmente, hasta dónde sé, las grandes bibliotecas del país lo están haciendo, ahora, quizás, las bibliotecas regionales y las provinciales, quizás, deberían plantearse hacer lo mismo, con autores y autoras, de distintos campos de sus territorios, quizás personas que no tengan una proyección cultural nacional, no la hayan tenido, pero quizás, personas que por diversas originalidades, puedan tener importancia a nivel provincial o regional…! ¡Hasta dónde sé, se están recogiendo humor gráfico de figuras nacionales y regionales… por poner un tipo de material y de documentación…!
¡Aquí, aquí dejo el guante, uno más, de los tantos que he ido dejando como pulgarcito, pequeños trozos de pan o de queso o de garbanzos por el terreno para poder volver al recuerdo, para que podamos recordar, pero para recordar hay que dejar algo que pueda ser recordado…!
http://youtube.com/jmmcaminero © jmm caminero