Usted que cree, con razón posiblemente, que somos lo más de lo más en todo el organigrama de las especies de la tierra y de la Tierra, yo le pregunto y le cuestiono, sin negar todo lo que hemos evolucionado como especies biológicas hasta llegar aquí, incluso, admitiendo que tenemos alma-espíritu inmortal, y, todo lo que hemos avanzado con los conocimientos, especialmente, en ciencias y tecnologías, no tanto en las humanidades. Me digo a mi mismo y me pregunto somos unos ignorantes como totalidad de la especie…
La pregunta es somos unos primitivos todavía como especie biológica, somos unos primitivos como conocimientos acumulados, salvo un poco en ciencias y tecnologías… Se rasgará el vestido y se llenará de ceniza su cabello. Pero la cuestión es simple y llana. Mire usted como nos comportamos individual, colectiva, social, e, incluso estatalmente, cree acaso usted, le pregunto, que tenemos suficiente racionalidad cultural y suficiente racionalidad moral y suficiente racionalidad de sentido común y suficiente racionalidad de prudencia… O, somos unos pequeños animalitos, que el cerebro de mamífero y de reptil, -la teoría de los tres cerebros-, impera sobre el cerebro de primate y desde luego sobre el neocortex y el neocortex no es suficiente para controlar todo el complejo y combinado que somos y estamos en nosotros mismos.
Dicho de otra manera, el neocortex no es capaz totalmente de autocontrolar y de controlar la dimensión de seres que somos mamíferos y de origen reptiliano. Que dejamos mucho de desear, tanto a nivel biológico-psicológico, como a nivel psicológico-moral, como a nivel de acumulación de conocimientos culturales ciertos y verdaderos. Que quizás, si el universo y todo lo que contiene sea y es el cien por cien, pongamos un cifra imaginaria y simbólica, nosotros, solo hemos alcanzado a conocer y entender el dos o tres o cinco por ciento…
Ni siquiera sabemos como es el universo, ni siquiera sabemos cómo es lo más pequeño de lo más pequeño, ni siquiera sabemos cuántas especies vivas hay en estos momentos, y cuántas se estarán perdiendo en estos días, ni cuántas, quizás estén surgiendo nuevas. No sabemos lo que en el estómago de una hormiga pueden existir de bacterias y virus que desconocemos. No sabemos como funciona el cerebro de un elefante y lo que piensa, ni siquiera el encéfalo de su perrita Nani que duerme casi con usted.
Somos unos ignorantes como especie, por mucho que la tecnociencia ha avanzado. Es mi parecer. Es cierto que las revoluciones en marcha que están en funcionamiento, sobretodo los programas de todo tipo de inteligencia que se desarrollarán, y, los programas de los ordenadores cuánticos, cuándo se unan estas dos realidades a un mar ingente de datos de todos los temas, quizás billones de ideas y conceptos, que están en la bodega ilimitada de Internet, cuándo se unan las tres realidades se pasarán puertas, y, pondrán al ser humano bajo otro horizonte, un horizonte que no podemos imaginar, entre otros, los ordenadores cuánticos destriparán todos los sistemas de claves, serán capaces de atravesar todas las llaves de seguridad que los sistemas informáticos tienen y disponen… ¡Por tanto, oídos y orejas y avisos para los caminantes y viandantes y volantes…!
Es duro, que usted piense y le llevan toda la vida, diciendo que somos muy listos e inteligentes y evolucionados la especie humana. Y, puede que lo seamos comparados con tiempos precedentes, pero si solo nos estamos asomando al universo, a la galaxia, ni siquiera sabemos lo que hay, ni lo que habrá, y, lo que ha habido, -frase para interpretar en todos los sentidos posibles-. Existen muchas preguntas. Ya sé que vivir con tantas cuestiones en la cabeza y en las espaldas y en la conciencia es enormemente pesado y duro y penoso. Pero esta es la realidad….
Y, la realidad es que nos tenemos que plantear si somos una especie primitiva, en todo el conjunto posible de evolución, que pueda existir o imaginariamente pueda existir, y, que somos en conocimientos también primitivos o estamos muy retrasados –cada siglo los físicos matemáticos creen que ya saben el noventa por ciento de todo lo real, y, cada siglo, se plantean que surgen nuevas realidades, ahora la energía y la materia invisible…-.
En definitiva, estamos ante otro reto que ni siquiera sabemos como plantearlo, no solo “sobre la teoría del todo”, que tanto buscó Einstein y no encontró solución. Sino sobre la teoría de la materia y energía visible y la materia y la energía invisible…
Pero usted, cree que somos seres biológicos desarrollados, y seres desarrollados en conocimientos, si tenemos cada año, en marcha veinte o treinta guerras en el mundo. Usted cree que una especie que funciona de este modo, es una especie evolucionada y desarrollada, tanto en los niveles biológicos, psicológicos, morales, espirituales… no más bien una especie primitiva en lo biológico y lo psicológico y en lo cultural y en lo moral y en lo conceptual y en lo individual y en lo colectivo y en lo social y en lo estatal, en lo teórico y en lo práctico… ¿O, no…? ¿O, sí…? ¿O, cuánto de sí y cuánto de no…? ¿Y, cómo averiguamos la respuesta a esta pregunta…?
