Noticias Tenerife Jesús Millán Muñoz: “Quino y D. Gistau en un ascensor”

Jesús Millán Muñoz: “Quino y D. Gistau en un ascensor”

Tengo la edad ya, que me cuesta trabajo ponerme los pantalones de pie. Por tanto, tengo la edad, que ya muchas ambiciones e idolatrías y adulaciones se me han alejado en el tiempo.

Con lo cual, modestamente, puedo y debo hablar, y, en la medida de lo posible, escribir, con el mayor grado de veracidad y verdad combinada, siempre con utilidad, realidad, sentido común, prudencia y paciencia.

No es mi intención loar a nadie, en demasía, nunca lo ha sido, por eso, apenas he ascendido por el ascensor social, ni tampoco criticar a nadie, con esa desmesura, como jóvenes y viejos, todos los días, hacen en las calles y en los periódicos, sino tengo esa edad, que percibo que las realidades son poliédricas, y, que los errores de los otros, muchos son también los míos, y, que los otros, pueden tener informaciones y presiones que yo desconozco, y, que si estuviese en su puesto, quizás, yo lo haría peor. Pero eso no conlleva, no indicar análisis abstractos y concretos de muchos de los colores del arco iris…

Nos narra David Gistau, para muchos, también para mí, puede ser uno de los cien articulistas de opinión más importantes, que este país y sociedad ha parido y engendrado en estos tres siglos, digno sucesor de Larra, evidentemente, aunque no se puede estar de acuerdo en todo con él, porque en el fondo no estoy de acuerdo, totalmente, conmigo mismo. Nos narra en una columna titulada: Quino en el ascensor, publicada en El Mundo, 24 de abril 2012, como se hace en todas las columnas, algo de su experiencia personal en ese tema, en este caso de Quino y el nacimiento de su primer hijo, y, el relato de una anécdota que le sucedió en el ascensor con el comentario de una persona.

Cada uno, con y en los grandes acontecimientos culturales, tiene una percepción, porque tiene una relación diversa y distinta y concreta y diferente. Con Quino, entre otras muchas interrelaciones que he tenido, porque me parece, un viñetista filosófico, lleva en sí encerradas sus tiras de humor gráfico, tanta filosofía, como muchos libros o manuales de esta rama del saber. Una de mis encontronazos con estas columnas, es que en el tiempo de la mili oficial, compré varios libros de Mafalda, y cada día, que escribía a la novia, y, lo hacía cada día, si no recuerdo mal, le enviaba y ponía una hoja de Mafalda.

Después, me he acercado a él y a su producción, porque entre mis costumbres, siempre ha sido el interés por el humor gráfico, -menos por el cómic e historieta, digamos tradicional y clásica, tanto moderna como de hace décadas, nadie se enfade, pero si por la viñeta de humor gráfico, si la viñeta seguida, de tres o cuatro cuadros, con una pequeña historia-. Siempre he pensado que Quino merecería y habría merecido el Premio Nobel del Cómic y del Humor gráfico, que esta categoría debería crearse, sea de una manera o sea de otra. Siempre he pensado que el humor gráfico es mitad literatura y mitad arte plástico.

Debo confesar que también me he acercado a esta figura, como modesto viñetista que soy. Intento publicar humor gráfico en alguno de los diarios nacionales generalistas, pero las puertas siempre se me han cerrado. Y, como tal, pues me he acercado a muchas figuras, nacionales y extranjeros de esta materia.

Además, ha sido un acercamiento académico, recuerdo una asignatura de esta temática, de Los Medios de Comunicación Social, y, dentro de ella, existían capítulos, evidentemente dedicados al Humor Gráfico y semejante. Cierto es que algunas declaraciones de Quino sobre Dios, en entrevistas, no me han agradado mucho, aunque comprendo su drama, de infancia y su drama de quedarse ciego o casi ciego. Pero, este es la tragedia de tantos intelectuales, podemos aceptar muchas de sus aportaciones en sus saberes, pero no todo lo que dicen y hacen y hablan en otros temas. Aunque creo que en el fondo Quino, es y era, una persona buena y era una persona de buena voluntad, porque sus tiras lo muestran y demuestran…

Me hubiese gustado conocer a Gistau. No sé, si en vida, le escribí alguna carta o algún correo. Porque debo confesar que he hecho este trabajo y actividad sobre/a/en miles y miles de personas, presentando mi trabajo, haya sido literario, filosófico, artístico, plástico, de columnista, viñetista, y, quién sabe más cuestiones.

No sé si a Gistau antes de su fallecimiento, no recuerdo bien, algún correo electrónico de mis labios llegaría a sus oídos. No sé, si hubiese tenido una relación epistolar, hubiese valorado mis artículos de opinión. No sé, si me hubiese ayudado a abrir algunas puertas o ventanas, a que mi columnismo hubiese sido valorado por los gestores de la prensa nacional… Esas dudas quedan.

Pero yo, en mi modestos comentarios, en algunas de las columnas, homenajeo a esta figura, lamento, seriamente que falleciese tan joven. Me pregunto muchas veces, cuánto podría haber dicho en la cultura, aunque no se estuviese de acuerdo en todo ello. Ahora, lo recuerdo de vez, en cuando, unas veces, por sus artículos, otras veces, porque lo cito en algunos de ellos, otras, porque me presento al premio que se ha organizado en su nombre del articulismo de opinión. También recuerdo su temor a que sus hijos se quedasen sin padre, como a él le sucedió. Temor que se hizo realidad…

Hoy, homenajeo y recuerdo a dos figuras, en un ascensor, a Quino y a Gistau. Pienso que, además de leer novelas o teatro o percibir cine, usted debería leer, de vez en cuando, alguna tira de Quino y algún artículo de Gistau.

Yo, yo me digo, me pregunto y les pregunto: No deberían en la prensa, seguir publicándose artículos y viñetas de ambos genios y genialidades. Claro está con los permisos pertinentes de los herederos… Pienso, que en la sección de opinión, deberían existir, como dos categorías o subclases, artículos y viñetas de autores actuales, que todavía respiran aire y oxígeno, y artículos y viñetas de autores y autoras que ya han dejado de dar sombra, haya sido hace treinta o cien o doscientos años. Porque sus columnas, muchas de ellas, y sus viñetas, tienen relación con el hoy. Nos pueden ayudar a comprender el hoy. Paz y bien y agradecimiento que es cosa de bien nacidos…

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