Si usted dedica cinco minutos en leer uno de estos artículos, o solo se queda en el segundo o tercer párrafo, de qué le gustaría leer o qué le gustaría sentir o qué preguntas querría reflexionar.
Desde la lejanía del autor-a de un texto, no puede conocer, ni entender, la multitud de vectores y factores personales, que pueden existir, en la psique de uno o de mil personas diversas, de distintas edades, distintas condiciones sociales, distintas circunstancias culturales, distintos problemas en esos momentos… Pero también, hay que rozar temas o cuestiones, sean generales o específicos, que puedan llegar al corazón, a la mente, a la conciencia, al alma. Cuestiones, trascendentes e intrascendentes de actualidad o no, con novedad o no, pero que diríamos están dentro de los universales de las preocupaciones y ocupaciones humanas…
Si, es usted consciente, estamos hablando o dialogando con usted, del tema de qué cuestiones, además de la vida normal y rutinaria, que usted hoy tendrá, si le interesaría que en este comentario-texto-artículo-columna, usted quiera acceder a alguna pregunta que quizás tenga olvidada, pero que en algún momento ha pensado. Estamos hablando de la multitud de temas y cuestiones posibles, que no entran en su preocupación u ocupación diaria y rutinaria de hoy, pero que están o pueden estar en su conciencia.
Hoy, quizás, la madre y la hija han salido a la calle, a comprar la cubertería para la descendiente, porque se va a independizar. Quizás, solo ocurra una vez por cada hijo/a, puede que todavía no le haya surgido ese tema, puede que ya lo haya alumbrado en el pasado, pero es una realidad humana, que ocupa y desocupa y preocupa alguna vez, a millones de personas. Suceden las cosas de vez en cuando, no es el tema de todos al mismo tiempo, pero si los temas, que yo denomino “sucesivos”, no es el tema de cada año, temporal y estacional, del invierno o las navidades o la Semana Santa…
Si es usted consciente, le estoy llevando a que fije más y mejor la observación, su capacidad perceptiva de observación. Hay temas que surgen en determinadas edades, la selectividad para los hijos, después se olvidan, hasta que vienen los nietos/as. Quizás, ese tema, a muchas personas no es su ocupación y preocupación nunca. Pero si para la prensa de forma estacional. En definitiva, es el tren al que una persona puede ascender o no. Tantas cuestiones suceden en los tiempos y en los espacios. Aquí somos y no somos. Quizás estemos y no estemos. Esta es la cuestión.
Estimo que los equipos directivos de los periódicos y sus promotores-gestores-propietarios, son conscientes, que el público lector, no solo necesita las realidades inmediatas de la semana, político-económicas, que la vida está hecha de muchas dimensiones y variables y factores. Y, dejan y permiten y aceptan, que existan un número de personas, que serían los opinadores de los medios, según cada entidad y cabecera, pueden tener, cinco o quince o veinte, que opinan sobre multitud de temas. Y, así pueden dar y ofrecer y enviar, como si fuesen supermercados de ideas y conceptos, a los receptores, una diversidad temática. Unos, tratarán del deporte en forma de opinión, no de la noticia seria e informativa y actual, sino de otras cuestiones, otros de la comida, aquellos del campo, y, muchos de multitud de temas que son infinitos e ilimitados. Muchos están dentro de la vida diaria y rutinaria, de las pequeñas y grandes cosas que van sucediendo. También de las grandes y pequeñas ideas…
Si alguien, algún lector-a de los que mis textos puedan tener, ha sido capaz de arribar a este mar y a esta altura, hasta aquí debe ser consciente, que estoy hablando de él o de ella. No sé si se habrá dado cuenta. Y, le estoy narrando, de que entienda que mi lugar en un periódico, tenga un millón de lectores o tenga diez, es decirle a usted, que existen como en la fauna millones de especies, existen millones de temas e ideas y conceptos, que usted tiene que tocar alguna vez en la vida, o, al menos, su primo o hermano o hijo o hija.
Le estoy ofreciendo alguna idea sobre una cuestión que quizás, considere, sin importancia. Pero es una cuestión que forma parte de la vida. Puedo hablarle de cómo se hacen los colores, cosa que es una cuestión muy alejada de sus preocupaciones. Pero no me dirá usted, que sale alguna vez, a la calle, sin alguna ropa o vestido o zapatos o sombrero o camiseta que no tenga un color inserto en ella.
Los articulistas de opinión literarios, aunque no lo crea usted, constantemente estamos hablando de usted. Si de usted. Otra cosa es que usted sea consciente de ello.
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