Emilia Pardo Bazán, en un artículo-crónica, titulada: La vida contemporánea, publicada en La Ilustración Artística del 10 de junio de 1901. Reitero y repito mil novecientos uno, reitera y defiende que la mujer tendrá que ir conquistando derechos o igualdad de derechos, o, el derecho equis, que es la taxonomía que a mi me gusta, el derecho equis que tengan los hombres, también dispongan las mujeres.
Posiblemente esta lucha-dialéctica-conquista, viene desde el amanecer de la humanidad. Aunque en la forma moderna, se piensa que empezó en el siglo diecinueve, especialmente en Inglaterra. Hay quién clasifica y define la historia, como una carrera de humanización. Y, dentro de la humanización está la conquista de derechos, derechos para los hombres, derechos para las mujeres. Porque, para muchos, casi siempre los “buenos derechos o derechos buenos”, se les otorgan a las clases altas de esa sociedad, especialmente a los vir-varones, y, después, van descendiendo hacia los hombres o varones de clases medias y, bajas, y, diríamos que en estas ocho últimas generaciones, estos dos últimos siglos, se están intentando conquistar también para las mujeres,
Los derechos son una especie de torneo o futbol en muchas direcciones y con muchas pelotas al mismo tiempo. Se van inventando o concienciando o descubriendo nuevos derechos, y se van aplicando, de alguna manera. Casi siempre, empiezan en determinadas geografías culturales y metafísicas y antropológicas, y, después se van extendiendo a otras.
Que las niñas tengan los mismos derechos que los niños, una cosa tan simple e intuitiva y tan evidente, que todavía hay que explicarlo en algunas zonas del mundo –que las ancianas los mismos que los ancianos-. Hace unos días leía, que en un determinado país-sociedad-Estado, no diré el nombre, habían decretado que cerrarían por ley las peluquerías de mujeres…
¿Porqué y por qué las mujeres, en general, han y habrían tenido menos derechos que los varones-hombres a lo largo de la historia, en todas o en casi todas las culturas, religiones, metafísicas, sociedades, Estados…? ¿Por qué siendo la mitad de la población, en todas las culturas y tiempos, siempre suelen tener menos derechos teóricos, y, menos derechos en la práctica…? ¿Qué motivos y causas, inciden en esta realidad…?
¿Si los derechos conseguidos por la mujer, a lo largo de los siglos, especialmente, en Occidente, y, que algunos se van extendiendo por el mundo, pueden perderse y olvidarse y deteriorarse y limitarse…? ¿Y, si las organizaciones de mujeres que buscan derechos, tienen que ser prudentes, porque se puede ir muy deprisa, hay peligros, de que existan reacciones y se pierdan, todo lo conseguido se transforme en aire y humo y viento, porque existen culturas muy poderosas, que quieren limitar, según sus tradiciones los derechos de las mujeres…?
Hay en sociedades y culturas y metafísicas y Estados que se limitan los derechos de las mujeres, por ejemplo, la educación, las niñas… me pregunto, si se podrían crear sistemas universales y generales, después adaptados a cada cultura, para que las niñas todas, pudiesen estudiar, no solo en centros escolares públicos, sino completar y complementar esa enseñanza-educación con sistemas informáticos, por radio, televisión, Internet, etc.
No podemos negar un hecho, el avance de derechos a nivel teórico y a nivel teórico-práctico y a nivel práctico, tres dimensiones de la misma realidad. Porque no es lo mismo, el proceso. Primero, hay que descubrir un derecho equis, digamos a través del fragor histórico y cultural y filosófico y empírico. En segundo lugar, una sociedad-Estado debe admitirlo como derechos. En este nivel pasa a estar o ser un derecho político o jurídico positivo –y, puede tardarse décadas entre el primer paso y el segundo-.
En tercer lugar, que esa sociedad, cultura, Estado dónde se ha aprobado ese derecho jurídico positivo, se vaya aplicando a escalas más amplias, a más personas, a más colectivos, a más estratos sociales de las mujeres, y, que esa misma sociedad, lo vaya aceptando en la práctica diaria y rutinaria. Y, cuarto, que ese derecho de la mujer, se vaya extendiendo en otras culturas, civilizaciones, continentes, primero a nivel teórico, después a nivel práctico, con los mismos procesos anteriores que hemos indicado…
¡¿Dígame usted, que es una incógnita que no sé como resolver, si usted quiere y ama a sus abuelas, a su madre, a sus hermanas, a su esposa, a sus hijas, a sus nietas, porqué considera que ellas tienen que tener menos derechos teóricos y derechos prácticos que sus abuelos, su padre, sus hermanos, sus hijos, sus nietos, sus biznietos, dígame usted…!?
¡Acaso, es que las mujeres no tienen dos piernas como usted, no tienen dos brazos como usted, no tienen un cerebro como usted, acaso no tienen alma-espíritu inmortal e igual como usted, acaso si Dios existe, y Dios ha creado al hombre y ha creado a la mujer, Dios no los ha hecho iguales…! ¿O, es que la mujer es una especie distinta a la del hombre…?
Opino, que la humanidad está en situaciones y horizontes enormemente complejos, tenemos la capacidad de extinguirnos, si no queremos que se produzca esa posibilidad, tenemos que otorgarle a la mujer, a más de cuatro mi millones de seres humanos, que son mujeres, tenemos que otorgarles en la teoría y en la práctica los mismos derechos.
Si no lo hacemos, en todo el mundo/culturas/metafísica/Estados, pienso que hay muchas más posibilidades de la destrucción y autodestrucción humana. Porque la mujer, miles de millones de mujeres, que han parido a sus hijos, con dolor y lágrimas y alegría, es la gran esperanza, de que el mundo no se autodestruya. ¡La mujer, si la mujer…! ¡Porque la mujer, cada mujer, puede poner racionalidad, equilibrio, moralidad a tanto pensar y actuar de los hombres…! ¡Paz y bien…!
http://twitter.com/jmmcaminero © jmm caminero