Intentamos comparar lo que va a suceder con Internet, porque no sabemos las consecuencias, porque el proceso no ha terminado, algunos, expresan que estamos en el principio. Porque Internet solo es una parte, ya que va unido a las revoluciones informática, a las revoluciones de todos los programas o aplicaciones que se irán inventando o diseñando o creando. Y, al final, el problema del grado de autonomía, que esos programas serán o tendrán… en estos meses ha surgido la gran preocupación.
Algunos como yo, hace ya años, hemos temido las posibilidades inciertas –no por mi inteligencia, sino porque ya nos avisaron grandes figuras del saber y del conocimiento-, hasta señalarnos el peligro para la supervivencia del ser humano o, incluso, de la especie…
No podría haberse producido las diversas fases de la revolución informática y telemática, si no hubiese sucedido la de la imprenta de tipos móviles –porque hubo antes, siglos antes, una imprenta de tipos fijos, es decir, tablas de maderas, que se imprimía un texto o una imagen y se hacían copias, a cientos, incluso, se mantenían las tablas durante décadas o siglos, y, se iban haciendo copias-. La de los tipos móviles, especialmente en metal, permiten, que el mismo signo o letra se va formando o cabalgado o maquetando para distintas hojas o textos, y, sirven decenas o cientos de años…
No voy a contar y cantar aquí las grandes posibilidades que ha producido Gutenberg, pero si indicar, algunas realidades. Cuántos libros publicados se han perdido, cuántos no se han podido editar para el público. Diríamos, que esta sería una asignatura pendiente. Cuántos conocimientos o ideas acertados o desacertados están durmiendo en los vientres de las bodegas de las páginas escritas.
Suponemos que poco a poco se irán pasando, esperamos sin desaparecer los libros físicos, a sistemas informáticos o telemáticos, y, con los Big Data se podrán obtener multitud de informaciones que todavía duermen en esos textos –textos jurídicos, legales, costumbres, comerciales, y, de todos los saberes…-.
Pensamos, al menos, mi opinión es que queda mucha información olvidada y dormida en los más de cien millones de títulos diferentes existentes –algunos libros con una copia o el original, otros con cientos de miles…-. Espero esa revolución del conocimiento de la era Gutenberg que todavía no se ha explotado.
Otra cuestión que no se ha valorado. Es que hoy, se permitirían formas, de que todos los libros, no se pueden editar, con cien o mil copias. Pero debemos pensar, que un libro que puede tardarse en escribir un mes o un año o cinco años. Esa riqueza cultural, aunque tenga muchos errores. Aunque no pueda publicarse en diez o en mil copias.
La sociedad y el Estado y la Administración cultural deberían buscar un método para que se conserve para el futuro. Aunque sea una copia y el original. Pensamos que ha llegado el tiempo, de no tirar tanta información, sea bueno o menos buena. Crear Centros Documentales de esos libros, sean virtuales, sean físicos, sean ambas cosas.
Si existe una Comicopedia Lambiek, dónde se incluyen a día de hoy, las fichas de catorce mil autores y autoras que se dedican al cómic, la historieta, el humor gráfico, porqué a nivel regional, provincial, nacional no pueden existir directorios de los oficios culturales, de la totalidad, o por géneros o especialidades… Si la comicopedia de Lambiek, ha ido reuniendo esa cantidad de personas y nombres, siendo una iniciativa privada. Por qué no pueden hacer tantas entidades culturales existentes hacer lo mismo, en otras ramas de la interpretación o especialización cultural. ¿Qué sucede, qué esperamos…? ¿Acaso un biólogo puede estudiar un nicho ecológico, sin saber todas las especies que lo habitan…?
El autor Francisco de Paula Martínez, en El ABC del 06 de febrero del 2018, publicó y le publicaron una columna, titulada 550 años sin Gutenberg. ¿Ahora la gran pregunta sería, puede ir evolucionando la galaxia Gutenberg, puede seguir evolucionando insertándose con la galaxia Internet…?
Debemos narrar una pequeña o mediana o gran decepción. Muchos de mi generación, pensamos que Internet nos abriría muchas puertas a nivel cultural, ya que unos se dedicaban a unos oficios de la cultura y otros a otros. Pero al final, yo que tenía una cierta edad, pensaba, que al final, “los dominios o las direcciones”, al final, serían mas visitadas, las que detrás tengan grandes influencias políticas y económicas y culturales y empresariales. Y, los demás, pues no pasarían de unas docenas o cientos de seguimientos. Salvo excepciones. Eso ha sucedido…
Pero, ha sido una enorme decepción, que los discos duren tan poco tiempo. Una escritura o signo en una piedra puede permanecer varios milenios, para su lectura, incluso una cerámica mesopotámica, un papel o papiro o pergamino varios siglos… Pero una grabación en un disco electrónico, solo unos lustros… Y, así ha sucedido, que muchas personas están perdiendo mucho material. Material, que será mejor o peor, pero era interpretación del mundo. Conozco a uno, que en los discos ha perdido, no puede volver a leerlos y recuperarlos, en unos cincuenta, ocho mil fotografías… No es que sea la tragedia nacional, pero para esa persona, es un dolor grande…
¿Podrá perderse lo grabado en Internet, en grandes repositorios, por mil vicisitudes de la vida, se podrían perder trillones de informaciones… en unos segundos…? ¿¡Esta es la gran pregunta y la gran duda…!? ¡Dicen que los Servicios de Inteligencia están volviendo a conservar mucha información en papel, y, no solo en bits de información…!
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