Ese misterio de unir y combinar y mezclar y relacionar: pan duro cortado en pequeños trozos, aceite de oliva, chorizo fresco, panceta, diente de ajo, pimiento choricero, uvas para servir, agua, aire, fuego. Yo añadiría, ocurrencia o sugerencia o dialéctica, “hablar”, casi siempre las migas se hacen en grupos y en colectividades, quizás en tiempos de duras guerras y hambrunas, quizás a solas y en soledad.

El alimento no solo es una necesidad fisiológica, sino biológica y psicológica y social y cultural, incluso religiosa. Comemos para vivir y sobrevivir, pero comemos también para relacionarnos, unos con otros, uno consigo mismo, comemos para tener esperanza de la vida futura. Si hay alimentos, las personas, piensan que el presente es mejor, que el futuro es mejor… hace un tiempo, una madre indicaba, una madre migrante, “que su hija, se asombró de ver en un supermercado tanta comida, tantos alimentos…”.

La esperanza del futuro, la proporciona los alimentos del presente. De ahí tantas bodegas y tantas neveras y tantos frigoríficos y tantas formas de intentar, de mantener los alimentos, que perduren para el futuro, que se conserven, que no se destruyan, que no se pudran… Al final, el dinero, es una de las formas de congelación de los alimentos, el dinero permite, en tiempos normales y menos rutinarios-no normales disponer de alimentos.

Las migas como decenas y cientos de alimentos populares, ha sido hija de la necesidad, de la supervivencia. A veces, me digo, igual que otras sociedades y territorios han sido capaces de inventar miríadas y cadenas de restaurantes a nivel internacional, que es la pizza, sino un alimento para sobrevivir, que se ha ido depurando durante siglos, hasta llegar, a las miles de establecimientos por todo el mundo.

Me digo a mi mismo, es que los que vivimos en estas tierras, seamos manchegos o no, no somos capaces de crear una marca internacional, que vendamos las migas, las migas o la tortilla o los huevos fritos y, que alcancen, quién sabe, como lo hacen los perritos, las pizzas, ahora el pollo, las hamburguesas, los bocadillos. Las migas, en varias variedades, como una marca internacional de comida popular –espero quién lo haga me dé un royalty por la idea y sugerencia-.

Lo bueno de Internet, porque no todo ha sido positivo como que te encuentras demasiadas personas pegadas a los móviles por las calles, viejos y nuevos y medianos en edad. No dejan lugar a que su cerebro les hable y les cuente y les narre y dialogue con ellos. No dejan que el cerebro desde dentro, cerebro-conciencia-mente les diga algo. No dejan que desde el inconsciente y semiconsciente le envíen señales. Hablan con personas a mil kilómetros, leen y releen palabras de otros seres humanos, y, raramente tienen tiempo para escuchar su corazón.

Este ha sido un uso nefasto del móvil. Otro, es que las conversaciones se eternizan, como no tiene un coste especial, ya está pagado y pactado, con lo cual, se usa este medio de información con fines no humanitarios hacia si mismo, un tema pequeño se convierte en una tesis doctoral, porque nunca termina…

Indicaba lo anterior, por dos motivos, porque la comida está relacionada con cientos de factores, y, uno, aunque no lo creamos es la comunicación en general. Hoy, en Internet existen, quizás millones de recetas, hoy, muchas personas, tienen canales de Internet con comidas, con recetas escritas o con videos o audios. Hoy, la comida se ha convertido, diríamos, en que personas que jamás pensarían que saldrían en televisión, pueden tener su canal, sea de gastronomía o filosofía o fotografía o literatura o de futbol… No lo critico, pero este fenómeno permite y permitirá que la gastronomía se ramifique, se creen nuevas variedades, nuevas posibilidades, nuevos matices…

En muchas fiestas populares de la Mancha, sean fiestas religiosas o patronales, que casi siempre se juntan ambos motivos, acontecimientos –perdonen, que no me agrade la palabra eventos-, acontecimientos sociales, acontecimientos políticos, acontecimientos religiosos, acontecimientos culturales, combinación de motivos y causas para los acontecimientos… Pues en muchos lugares de esta España, en forma de cuadrado o pentagonal, pues en las fiestas y ferias están las migas. Migas que en un plato colectivo, construido por alguna asociación o por las familias. Es típico ofrecer, un plato de plástico y una cuchara de plástico, y las personas se acercan, de forma gratuita, y degusta algunas de las variedades de la Mancha… Crear una Feria o varias de gastronomía, a imitación del cocido de Lalín pero con base en las migar

Me digo a mi mismo, cuándo en vez de ofrecer un plato de plástico, las migas se presenten en forma de cucurucho de papel o de semicartón. Las migas habrán pasado de ser un plato típico de algunas zonas de esta Celtiberia, a ser un plato que estará en todo el territorio nacional y europeo y mundial, porque cada uno cogerá su cucurucho o lo comprará e irá comiendo migas con la mano, a semejanza que lo hacen con las palomitas. Claro está, entonces, estará un problema de dieta. Pero soy un modesto articulista, ni siquiera soy un gastrónomo. Eso ya, lo resolverán con comer de forma moderada y mesurada y prudente y racional… ¡Paz y bien…! construido por alguna asociación o por las familias. Es típico ofrecer, un plato de plástico y una cuchara de plástico, y las personas se acercan, de forma gratuita, y degusta algunas de las variedades de la Mancha… Crear una Feria o varias de gastronomía, a imitación del cocido de Lalín pero con base en las migar

Me digo a mi mismo, cuándo en vez de ofrecer un plato de plástico, las migas se presenten en forma de cucurucho de papel o de semicartón. Las migas habrán pasado de ser un plato típico de algunas zonas de esta Celtiberia, a ser un plato que estará en todo el territorio nacional y europeo y mundial, porque cada uno cogerá su cucurucho o lo comprará e irá comiendo migas con la mano, a semejanza que lo hacen con las palomitas. Claro está, entonces, estará un problema de dieta. Pero soy un modesto articulista, ni siquiera soy un gastrónomo. Eso ya, lo resolverán con comer de forma moderada y mesurada y prudente y racional… ¡Paz y bien…!

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