Noticias Tenerife “¿Aumentan o disminuyen la credulidad o las creencias?”

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“¿Aumentan o disminuyen la credulidad o las creencias?”

Existen temas o cuestiones, que uno no sabe o no es capaz de dar una valoración o un juicio, una es ésta, ¿aumenta en las personas sus creencias o su credulidad o disminuye…?

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Usted, con razón dirá o pensará o sentirá que han cambiado las creencias, pero, las creencias son de multitud de tipos y modos y maneras. No solo existen creencias religiosas, como usted puede pensar, sino existen creencias políticas, económicas, culturales, sociales, antropológicas, psicológicas, y, en cualquier campo de la realidad.

Puede que usted piense que ha dejado atrás el reino de las creencias, porque ha dejado de creer, o en un grado importante ha dejado de creer en su tradición religiosa de su sociedad, y, siente o puede pensar para sí dentro y así dentro y adentro, que ha dejado de creer y de tener creencias, o de tener menos.

Pero tengo mis dudas, hemos dejado de creer en el monoteísmo de un Dios Personal, y, mucha población se ha atado a creencias, de tipo religioso o pseudoreligioso, de corte oriental, o, de corte que tienen rasgos sectarios, incluso negativos en muchos sentidos. Es decir, el refrán y máxima ya casi popular, que dice: “hemos echado a Dios de nuestros corazones por la puerta, y, hemos dejado que entren por la ventana mil supercherías y supersticiones, y creencias, algunas negativas y muy negativas”.

Pero la credulidad y las creencias, no solo están en el campo de lo metafísico-religioso-espiritual, como muchos piensan y sienten y creen. Sino que además pueden estar en el campo de multitud de enunciados que tomamos como saber ortodoxo y científico y exacto, y, solo tienen una parte de ciencia, y, mucho de creencias. Creemos en cosas o aceptamos como verdaderas o erróneas cosas o conceptos o ideas o argumentos, que la ciencia descarta, como esos que creen que todavía la tierra es plana. Ponemos un ejemplo extraño y escandaloso y extravagante y espúreo.

Si tenemos credulidades y creencias mentales o conceptuales o prácticas, que no son ciertas, que cualquier ciencia que se ocupe de ese tema, mayoritariamente los especialistas en ella te dirían y te dirán que son desacertadas, negativas, falsas y erróneas.

Y, cada uno, igual que ha hecho una compra en el hipermercado –me pregunto si esas empresas hacen estudios, si de mil clientes en una semana o día que han pasado por sus recintos y superficies, si existen dos personas que hayan comprado lo mismo-. Me pregunto, porque al final, la mente-conciencia es una máquina de hacer preguntas cual es la estadística, cuántas compras se deben de hacer para que dos personas coincidan en haber adquirido lo mismo, exactamente lo mismo. Ocurre este fenómeno entre mil compradores que coinciden dos, o entre cinco mil –llevándose más de tres o cinco o siete productos cada uno…-.

Expreso lo anterior, no porque me haya grillado en las neuronas, sino para ponerle un ejemplo, claro y evidente, de que entre dos personas, no solo las ideas son diferentes, al menos en matices, sino también las creencias –no solo las compras en el hipermercado o mercado antiguo de abastos-. En el supermercado de las ideas y de las creencias, en los que vamos comprando cada día, conceptos acertados y desacertados. Imaginemos que existen o tenemos cien ideas o mil ideas, pues cada uno ha hecho una compra distinta de aciertos y desaciertos, de ideas más o menos racionales y de creencias más o menos racionales. De credulidades.

Usted debe examinar sus credulidades y sus creencias, y, se dará cuenta, que quizás tenga más de las que pensaba. Porque usted pensará o creerá algo, y, quizás el saber ortodoxo creerá otra cosa. Ahora me encuentro con el tema de siempre, cito el artículo como homenaje y de referencia, de un egregio y notable articulista, en este caso, Javier Marías, titulado: Credulidad, publicado en El País Semanal, el día 01 del IX del 2019. Lo cito o no lo cito. Si no lo cito no me agrada, porque hay que dar al César lo que es del César. Este artículo me ha ofrecido y regalado el tema.

No es que no conociese esta temática, que está dentro de la conciencia de cualquier persona desde su adolescencia, pero me ha recordado que existe este tema. Su desarrollo de su artículo es distinto al que yo he realizado, eso es lo normal. Además, hago recordar a usted lector, que el género de la columna de opinión, lleva con nosotros tres siglos… Por lo cual, todos seguimos los pasos de los anteriores… O, no cito a Javier Marías y su columna, y, usted nunca lo sabrá y nunca lo conocerá, y, no le otorgaremos el homenaje que se merece este autor que pudo haber llegado al Nobel…

Ahora toca, que usted, cada uno con su bagaje intelectual y vivencial y existencial y circunstancial, poco a poco, vaya examinando cuales son sus ideas o prácticas, que son o pueden decirse que son conocimientos ciertos y acertados, según el saber ortodoxo, y, cuales son creencias, creencias en una temática o en otra, cuales son credulidades. Aquello del maestro Ortega, que hablaba de ideas y de creencias. Y, así está hecho el mundo humano. Ideas y credulidades-creencias, o mejor creencias de ideas y creencias de credulidades. Porque al final que son las ideologías sociopolíticas sino un enorme cocido de ideas y de creencias. Paz y bien.

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