Noticias Tenerife Jesús Millán Muñoz | “Saul Steinberg: la genialidad metafísica de la línea”

Jesús Millán Muñoz | “Saul Steinberg: la genialidad metafísica de la línea”

Steinberg demuestra que con una línea se puede expresar macromundos y micromundos. Steinberg con una pluma y tinta y papel y una línea representa metafísicas de lo cotidiano.

Saul Steinberg, Rámmicu Sárat, Rumania, 1913, Nueva York, 1999. Es considerado un ilustrador, pero a mi modo de ver es uno de los grandes dibujantes artistas del siglo veinte.

– Steinberg nos muestra y demuestra, una realidad que olvidamos, que para expresar realidades profundas, existenciales y no existenciales, no se necesitan multitud de instrumentos y medios complejos. En su caso una hoja, una pluma, un papel.

Segundo, que cualquier género estético o artístico, puede ser elevado a las categorías máximas de ser y de estar y de representación.

Tercero,  que el subgénero del dibujo-viñeta-humor gráfico, en este caso, a su vez, diríamos, un arte orientado como fin, esencialmente a la ilustración del New Yorker, pudo ser elevado a la categoría de gran Arte.

A veces, pienso y me pregunto, que Steinberg, fue uno de los grandes dibujantes y artistas del dibujo del siglo veinte. Y que todavía, no ha sido suficientemente valorado, dentro del magma estético y artístico de dicho siglo. Incluso habiéndosele concedido retrospectivas en los grandes museos del Arte Actual.

– Definió el dibujo según expone su Fundación como “una forma de razonamiento sobre el papel”. Aunque oficialmente estudió Arquitectura, no debemos obviar, ni olvidar, que durante un año estudió filosofía. Lo que a mi modo de ver, se nota en sus dibujos, es decir, la búsqueda de la esencialidad es uno de sus fines. La esencialidad en multitud de temas, en cuestiones trascendentes de las inmanentes, y de la inmanencia construirla de forma trascendente.

Desde el lado humorístico, penetró profundamente, en la psique humana, y al hacerlo, nos dejó, fue una especie de Freud con líneas de tinta, que nos descubrió parte de lo profundo de nuestro ser. Sin olvidar, que le tocó vivir y existir en un siglo enormemente complejo. Además de ser migrante a Estados Unidos.

Se le atribuye la siguiente frase: “dibujando de manera cómica, me desembarazo de mis terrores”. Doy por hecho, que esta frase que está en la bodega de Internet, es cierta, pero lo sea o no lo sea, refleja a mi modo de ver, un aspecto que se puede percibir en sus dibujos, consecuencia de su biografía. Todo ser humano, tiene heridas-traumas-temores-terrores, pero esta generación a la que perteneció, Europa estuvo ardiendo casi todo el siglo, primero, dos guerras mundiales, que fueron catastróficas, por no decir, otros adjetivos, después, décadas de guerra fría, que no solo la humanidad se jugaba, ganar un Estado o perder otro, sino la aniquilación de la existencia y de la vida humana en todo el planeta.

Por lo cual, todo ser humano, y un artista es una persona humana, y un artista, es decir, una persona con alta sensibilidad, pues tiene que superar-controlar-armonizar-curar sus temores-heridas personales, y diríamos, las que inciden en él o en ella, de sus circunstancias y existencialidad…

– Se le tacha también de escritor sin palabras. Y otros adjetivos. Quizás, en el fondo se refleje la situación clara y evidente, que es Steinberg es una montaña, y como tal, no somos capaces de definirlo-describirlo, en definitiva, definir es poner límites. No somos capaces, de entender, en nuestro consciente e inconsciente, como con tan pocos elementos, materiales y formales, se puede llegar a tal profundidad de ser y del estar humano, tanto individual como colectivo.

En definitiva, todo ser humano necesita entender-comprender la realidad, lo real, está deseoso de realidad, si no es capaz, si no somos capaces de toda la realidad, al menos, ciertas partes o entes o trozos. Esto es todo. Cada ser humano que se dedica a la investigación o a la creación hace lo mismo, sea físico o matemático o biólogo o artista plástico o arquitecto. O sea dibujante, como Steinberg. Diríamos que estamos hambrientos de realidad, de asimilar la realidad, sea interior, o sea exterior, o ese juego de interior-exterior-interior-exterior en el que estamos inscritos.

Steinberg, si hubiese un Premio Nobel de las Artes, se lo deberían haber concedido. Aprovechamos ya, y lanzamos esta piedra de papel al mundo, concedan un Premio Nobel de las Artes.

– Para terminar, yo a las grandes mentes de la cultura occidental, les diría, que en cualquier exposición antológica del mundo, sobre arte del siglo veinte, incluyan siempre a Steinberg, como uno de los grandes artistas-interpretadores más profundos, que este siglo tan complejo ha creado y creído.

Y a cualquier persona, sea cual sea su situación, entre en el vientre de la ballena de Internet, y no termine sus días en este mundo, sin haber dejado de ver-sentir-pensar, The LineLa Línea de Steinberg. Solo son unos minutos.

 

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