Noticias Tenerife Jesús Millán Muñoz | Adagios LIII de Juan de Portoplano

Jesús Millán Muñoz | Adagios LIII de Juan de Portoplano

Aquella tarde el de Portoplano se preguntaba, si tantos conocimientos culturales, tanto producto cultural que había consumido y leído y estudiado y analizado, tanto, tanto en tantas artes y tantas saberes, tantas ideas y conceptos y datos contrapuestos había sido tan bueno. Porque había tenido dentro de su interior, una lucha grave y grande, una lucha casi interior entre lo que ha percibido y entre lo que ha pensado, y lo que él ha sentido y los demás…

– Los intelectuales (científicos sociales, pensadores, filósofos, periodistas, literatos, artistas en todos sus especialidades, etc.) deben ser más mesurados y comedidos en sus interpretaciones del mundo. Porque aunque no tengan la última palabra, sino que ésta esté repartida entre los órganos de la alta política nacional e internacional y los órganos de la alta economía nacional e internacional, pueden con sus conceptos e ideas dirigir hacia unos lados o hacia otros, o al menos, matizar la realidad de la interpretación, es decir, las interpretaciones…

– Me repreguntado si los grandes intelectuales del tiempo anterior de la República Española, la segunda, hubiesen sido más mesurados y comedidos, quizás, podrían haberse encontrado una situación intermedia, la Monarquía podría haber evolucionado y, haber llegado a consensos las fuerzas sociopolíticas del país. Los intelectuales podrían haber puesto medida y mesura y prudencia y racionalidad. Quizás, empujaron demasiado de un tren, que después, ellos mismos se dieron cuenta que no podían detenerlo, ni dirigirlo…

– ¡Oh Dios, oh Dios, oh Buen Dios…!

– ¿Hoy en Occidente, en Europa, en algunas zonas y territorios de Europa, no negar a Dios, pensar que existe, que puede existir, que lo racional y lógico es que exista, es para los oficios de la cultura, de la intelectualidad una razón para cerrar puertas y ventanas a esa persona que piensa de ese modo…?

¿Se habla mucho de libertad de conciencia, libertad de pensamiento, libertad de expresión, pero hoy en Europa, en algunas zonas geográficas y sociopolíticas de Europa decir por parte de un intelectual que cree en el Dios cristiano, que al menos quiere creer, y expresarlo según su actividad cultural, sea filosofía o literatura o arte o ciencia social, es en muchos ambientes, una razón, la razón o motivo para cerrarle posibilidades para su carrera profesional, aunque no se diga, pero se hace…?

– Imaginemos que el planeta tiene diez mil millones de personas, ¿cómo habría que organizar un planeta para que todos los seres humanos tuviesen las necesidades primarias cubiertas…? ¿Qué cambios teóricos y conceptuales habría que hacer, y qué cambios o hacia qué direcciones habría que dirigirse a y en todos los terrenos, sociales y políticos y económicos y culturales y metafísicos y…?

¿Porque lo que no se puede pensar, es que sistemas teóricos y prácticos, que vienen de siglos y milenios, que han podido ser muy efectivos en el pasado, pero que servían para satisfacer las necesidades de unos cientos de millones de personas, o de mil o de tres mil, pueden servir ahora para diez mil millones, si ya, no sirven, no son eficientes para siete mil millones…?

¿Pero qué cosas del pasado, por muchos milenios que tienen, pueden seguir siendo eficientes y prácticas y necesarias, a nivel teórico y práctico, para diez mil millones de personas, son para hoy con siete mil millones, serán válidas para el final del siglo con nueve mil millones…?

– ¿Quizás, podríamos vivir más seres humanos, y tener las necesidades primarias satisfechas, y los derechos humanos y la dignidad de la persona, viviendo todos más mesuradamente, más humildemente, cada uno trabajando en su oficio o profesión, pero al mismo tiempo, buscando nuevos nichos ecológicos dónde podríamos existir y vivir…? ¡Ciudades en los desiertos, en las montañas, en los lagos, en los mares…?

– ¿Para sobrevivir como especie en el futuro a medio plazo, es decir, con un potencial demográfico de nueve o diez mil millones de personas, los liberalismos democráticos y los socialismos democráticos deben ponerse de acuerdo, deben actuar sabiendo que ambos sistemas son parte de una totalidad teórica y práctica, que no son contradictorios, y que no, se puede pasar de un límite el supuesto antagonismo…?

¿No es la solución la ruptura entre ambos sistemas de organización social e ideológica, sino aceptando diferencias, pero en la práctica son como las dos ruedas de un carro, faltando una, o debilitándose demasiado una, el carro no puede funcionar con eficiencia y progreso y riqueza, riqueza en todos los sentidos…?

¿Separar un Estado en varios, un Estado democrático, formado y conformado desde hace varios siglos, o separar unos grupos humanos, una parte de una sociedad contra otra, por presuntamente tener una ideología política o tener otra, esas separaciones o segregaciones, de Estado en Estados, o de la sociedad en grupos con tanta controversia o antagonismo entre ellos, es un grave mal, para el presente y para el futuro…? ¿Es llamar que vengan los huracanes y tormentas del mal y de los males, porque son impredecibles las consecuencias…?

¿Olvidar el bien común y el bien general, el sentido común, la racionalidad y la prudencia, sino pensar en fines e intereses partidistas sin tener en cuenta la de otras formaciones políticas, o pensar que secesionando-dividiendo un Estado en varios es la solución, es ponerse en el borde del abismo, con consecuencias impredecibles, es dejar que todos los intereses internos y externos, no todos buenos, empiecen a jugar en la partida de la propia sociedad y Estado…?

¡Se equivocan gravemente, aquellas personas, entidades, instituciones, grupos, colectivos, ideologías que tienen una enorme aversión, a los de un lado o a los del otro, porque eso es no permitir que se busquen acuerdos, que el tren de la historia vaya funcionando con cierta velocidad y con más mesura y más prudencia, y más eficiencia… Eso es destrozarse a sí mismos, una sociedad, si las entidades que conforman una bandera u otra, un lado de la ideología y otro, en vez de hacer consensos, de jugar limpio, intentan avasallar al otro, vencerlo sin condiciones, en vez, de saber, que ambos son necesarios para el progreso y destino de la sociedad…!

http://twitter.com/jmmcaminero  © jmm caminero

 

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