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Juan Santana | Cuando nos enamoramos de verdad

Cuando nos enamoramos de verdad.

Cuando nos enamoramos de verdad perdemos la noción del tiempo, inconscientemente no nos importan nada los sucesos que nos rodean, pero no es por egoísmo ni porque somos malas personas, es simplemente por una razón lógica, estamos volando en otra dimensión inimaginable e imposible de explicar.

La convivencia entre dos personas siempre se dijo que es muy difícil y tal vez por repetirse tanto ésta frase de “la convivencia entre dos personas es muy difícil”, hemos terminado creyendo que es verdad y sin embargo es incierta.

Cuando dos personas a primera vista terminan o comienzan enamorándose podríamos compararlo con la actitud de los lobos y es verdad porque actuamos igual, alejándonos de la manada para jugar a escondidas.

Obviamente los humanos somos animales diferentes y confieso que todavía no tengo claro, si las personas son los animales racionales o los irracionales, porque la raza humana en su gran mayoría tiene un chip en el cerebro que funciona negativamente y muchos gozan haciendo daño a los demás y de la misma forma inconsciente. Sin embargo los otros animales actúan por naturaleza libre y los materiales no existen.

La raza humana que es consciente de la verdadera diferencia entre el bien el mal, desgraciadamente sufren porque sin querer hacen daño y sufren el típico arrepentimiento, pero para eso está el perdón que ayuda a seguir adelante, sin olvidar que todo tiene un límite. “El factor suerte comienza desde el principio de la vida de cada ser humano cuando nace”, aunque nazcas dónde tendrán todo el material imprescindible y todo el amor del mundo, porque si su cerebro tiene el chip chungo, serán una víctima más que arrastrará más víctimas en el camino de sus vidas.

Según dónde, cómo y cuándo hayas nacido, será el culpable o la suerte del destino, pero muchas personas en el planeta tienen energía positiva, cómo es el caso de Ángel y su jefa, (foto adjunta) y obviamente tendrán sus momentos más arriba o más abajo, pero siempre están sonriendo a la vida.

La sonrisa es la luz de las bombillas para linternas y las personas somos parecidas, con el cable positivo para sonreír, el cable negativo para saber decir No a los tóxicos y el neutro para que nadie nos intoxique.

Felicidades a Ángel y a su jefa, por ser un ejemplo de “La vida sigue pase lo que pase y mañana es otro día”. Estimado lector, gracias por regalar un poco de tiempo leyendo, el tesoro más valioso del ser humano, el tiempo pasa y jamás volverá.

Juan Santana.

 

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