Cuando amenazas y luego reculas

Desde la era cavernaria las guerras siempre estuvieron, pasando por el western con disparos a matar incluso al que robara un caballo, después el espectáculo de los gladiadores, la primera y segunda guerra mundial, la guerra con Irak, Afganistán y un sin fin más, pero especialmente los americanos y los rusos siempre han presumido de ser las grandes potencias mundiales.

La cuestión es que actualmente estamos en el año 2.022 y muchos países tienen cabezas nucleares, países como China, Japón, Marruecos, Argelia y muchos más con el mismo botón rojo dispuesto a pulsar por cualquiera de sus presidentes o mandatarios en el supuesto caso que les toquen las pelotas o les den un cuelgue diabólico y gracias que antes de pulsar dicho botón hay que pasar por diferentes responsables, aunque en el caso de Putin muchos tenemos la impresión de que el botón rojo lo tiene de llavero.

En éste caso actual de Rusia y Ucrania mi opinión personal sin entrar en detalles de los artículos que leemos en diferentes medios de comunicación con diferentes razones, pienso que el presidente americano estuvo provocando con actitud demasiado chulesca a Putin, sumando el barco de guerra de España, los ingleses y otros ignorantes que han visto muchas películas de Rambo.

Putin demostró que esto no era una película americana donde los yanquis siempre ganan y ordenó a bombardear Ucrania de madrugada y comenzó la fiesta de los presidentes cobardes dando marcha atrás con infinitas disculpas, porque además Putin amenaza más fuerte con machacar con cabezas nucleares a quien vaya a su terreno invadido y así pienso mientras alguien no demuestre lo contrario.

Quienes pierden en ésta locura somos los inocentes, especialmente los más cercanos al conflicto y a todos con el tiempo nos llegará porque siempre hubo y habrá guerras en todas las partes del mundo que presumen de ser civilizadas. Es muy triste y vuelvo a repetir, es mucho más triste para las personas más cercanas a los conflictos. ¿Quién tiene la última palabra?

El destino responderá, porque la mayoría de la raza humana es dañina, traicionera y falsa por mucho que algunos presumen de ser Santitos sonrientes. Aquí lo dejo para seguir reflexionando. Estimado lector, gracias por regalar un poco de tiempo leyendo, el tesoro más valioso del Ser humano, el tiempo pasa y jamás volverá.

Juan Santana.