Playa de la “Montaña de Abades” (Arico – Tenerife): verano o invierno que sea, todos los fines de semana o días festivos, el paisaje es siempre el mismo. No obstante la prohibición y la evacuación forzada ordenada por el Ayuntamiento de Arico en los últimos meses, los campamentos salvajes continúan. Coches, furgonetas y autocaravanas llegan hasta la orilla del mar y después de las “barbacoas” salvajes el resultado es siempre el mismo: “montañas de basura y excrementos humanos en la orilla del mar“.
La pregunta es: ¿cómo pueden los municipios esperar que los canarios se sensibilicen sobre el problema de la recolección de los excrementos de sus perros si dejan su propia “mierda” en cada esquina? ¿Es necesario emitir una ordenanza que también haga obligatoria la recolección de los excrementos humano? He viajado por el mundo y siento mucho decirlo pero el “incivismo” que vi en Tenerife no la he visto en ninguna parte.