El turismo de baja calidad deja muy mal parado el destino turístico del sur.
No hemos quedado de piedra cuando pudimos ver a un grupo de turistas que se la pasaban muy bien en Playa de Las Américas mientras disfrutaban al ver a uno de sus compañeros atado a un poste del alumbrado público, esta situación es indignante, quisiéramos saber si en su país de origen un turista puede hacer lo que le venga en gana y salir indemnes de la situación, que pasaría si hacemos esto en Londres, Roma o París, seguro que las autoridades nos amonestarían, el vale todo no es un buen augurio para imagen turística que tanto pregonamos.