El letrado, José Luis Langa González, y la secretaria de Acat, Ana María Martín Padrón, se reúnen con representantes de la Federación Canarias de Municipios.
La Asociación Ecologista de Autocaravanas Club Costa Adeje (Acat) reclama una normativa que unifique la práctica en toda Canarias, y que evite la dispersión de normas locales, tal y como se ha pedido en la reunión que ayer, 10 de febrero, tuvo lugar con la Federación Canaria de Municipios (Fecam).
Al encuentro asistió el letrado de Acat, José Luis Langa González; la secretaria de Acat, Ana María Martín Padrón; José Manuel Padrón Morales, técnico de la comisión de Transición Ecológica de la Fecam; Trinidad María Pérez Rodríguez, técnica de la comisión de Administración Pública y Seguridad de la Fecam y Juan Manuel León, arquitecto y experto en seguridad y urbanismo del Ayuntamiento de La Aldea.
La asociación de autocaravanas pide “áreas de descanso y pernocta, puntos ecológicos, la retirada de la señalización no homologada en las vías públicas, incluyendo los gálibos, y también el obligado cumplimiento de la instrucción 08/V-74, del Ministerio del Interior, específica para autocaravanas y campers homologadas”, entre otras demandas.
En este sentido, desde la Fecam se manifestó el interés por que la práctica del autocaravanismo esté regulada y se recordó que desde el Gobierno de Canarias, a través de la Dirección General de Planificación Territorial, existe la disponibilidad de normativizar el uso de autocaravanas en Canarias creando una red de estacionamiento y pernoctación.
El letrado José Luis Langa informó de que su gabinete jurídico ha elaborado un informe, que se enviará a la Fecam, en el que se recoge, con precisión, la necesidad de regular este uso en Canarias. Según el letrado “a consecuencia de la pandemia, la compra de autocaravanas ha crecido considerablemente, por ser espacios seguros para los núcleos familiares, por lo que su regulación es más necesaria que nunca”.
Ana María Martín Padrón recordó que el autocaravanismo “genera riqueza local, pues se gasta el dinero en los municipios en las que nos detenemos” y matizó que, en contra de lo que se considera, los usuarios de autocaravanas “son clase media-alta que invierte no menos de 40.000 euros en su vehículo”.
