Las profesionales del proyecto DRAgo detectan una mayor demanda de antiguos pacientes que requieren tratamiento y un mayor número de conductas de riesgo durante el confinamiento.
A pesar de las restricciones sanitarias que se impusieron en nuestro país durante el Estado de Alarma, debido a la incidencia de la pandemia por la Covid-19, el proyecto DRAgo de Cáritas Diocesana de Tenerife -que está inserto en la Red de Drogodependencias del Gobierno de Canarias-, ha seguido atendiendo tanto de forma presencial como telefónica a todos aquellos pacientes con dependencia alcohólica que venían siendo tratados por la entidad.
Según explican las profesionales que coordinan el citado proyecto (una trabajadora social, una médico y una psicóloga), durante el Estado de Alarma se continuó atendiendo de forma presencial a aquellos casos donde la sintomatología se había reagudizado, o se ponía en peligro la convivencia familiar por el confinamiento.
En este sentido, las intervenciones más frecuentes iban encaminadas, fundamentalmente, al tratamiento de desintoxicación ambulatoria (en el domicilio y con apoyo familiar), puesto que las Unidades de Desintoxicación Hospitalaria estaban cerradas como medida para evitar la diseminación de la Covid-19. Así, las técnicas de DRAgo contactaron y realizaron entrevistas presenciales con aquellos pacientes con el síndrome de abstinencia alcohólica y con otros que lo solicitaban para mejorar su convivencia familiar.
De igual forma, se realizaron entrevistas presenciales a aquellos pacientes que estaban descompensados psicopatológicamente debido a esta situación. También se proporcionó atención telefónica para el seguimiento de todos aquellos casos donde se mantenía la conciencia de enfermedad alcohólica y la motivación para continuar en abstinencia.
Posteriormente, y a partir del 11 de mayo, fecha en la que se inició la desescalada en Canarias, se reinició la actividad presencial en el centro en horario completo, y la atención telefónica se mantuvo únicamente para aquellos casos que aún querían mantenerse confinados.
Desde el proyecto DRAgo, las profesionales destacan que “ha habido una mayor demanda de antiguos pacientes que solicitan de nuevo tratamiento, por comenzar un periodo de recaída en dicho Estado de Alarma”. No obstante, el hecho de que vuelvan a solicitar ayuda en esta enfermedad crónica, que cursa con recaídas, es un éxito en su evolución.
Igualmente, esta circunstancia ha sido una oportunidad para ciertas personas en situación de calle, que han iniciado procesos de intervención, y en concreto han accedido a las redes de atención a las drogodependencias del Gobierno de Canarias y la red de atención a personas sin hogar de la propia Cáritas Diocesana de Tenerife.
El número de atenciones de pacientes desde que se inició el Estado de Alarma fue de 621. El 51% de ellos presentaban patología dual (coexistencia de un trastorno por uso de sustancias psicoactivas y un trastorno psiquiátrico), lo que conlleva un mayor número de urgencias psiquiátricas, ingresos psiquiátricos, elevada prevalencia suicida, mayor número de conductas de riesgo de infecciones asociadas (VIH, hepatitis C, etc.), mayor tasa de paro y marginación y mayor número de conductas violentas.
El proyecto DRAgo, de Desintoxicación, Deshabituación y Rehabilitación Alcohólica es un recurso subvencionado por la Dirección General de Salud Pública del Gobierno de Canarias, que atiende a una media de más de 200 pacientes con Dependencia Alcohólica y a sus familias.