Jorge Chinea suplica y pide una explicación de las razones por las cuales han dejado a cientos de familias en el paro, con los sufrimientos de tener que luchar cada día para cargar las neveras y para que especialmente los hijos coman tranquilamente sin ver a las caras de padres amargados. Jorge Chinea, es un empresario más de los que fueron castigados con el cerramiento de su chiringuito que estaba situado al final de la playa, cerca del Hotel Arona en el sur de Tenerife, para no entrar en detalles, porque fueron muchos los que sufrimos este calvario, según el amigo de muchos Jorge Chinea. En su caso personal, tenía ocho familias que cada día iban felices a su puesto de trabajo, en un punto de encuentro dónde todos gozábamos del buen ambiente agradable, éramos una familia, igual que en cualquier empresa humilde. Según el empresario incombustible, Jorge Chinea, el culpable de todo esto es el Concejal de playas en Arona y todos nos preguntamos por qué dejan abrir el chiringuito de Santiago Puch que le sobra la comida y sin embargo a los demás, que con mucho sacrificio y un millón de horas trabajadas para poder levantar una humilde empresa, dónde contratamos a excelentes personas, nos echan cómo a perros callejeros.
Estamos convencidos de que la explicación no existe, porque la injusticia brilla por su presencia y gracias que el hecho de estar toda la vida en contacto con la calle, nos ha endurecido y aguantamos los golpes, cómo los mejores boxeadores, porque hemos aprendido a recibir golpe tras golpe. El empresario Jorge Chinea, desea confesar que está pasando muy mala racha cómo millones de personas, pero todavía le mucha fuerza para seguir adelante ayudando a quienes pueda, pero sin dejar de gritar al mundo, que no somos tan ciegos, ni sordos.
Gracias a eldigitalsur, por compartir nuestro malestar, sabiendo que más de un empresario tiró la toalla y otros han caído en la depresión por culpa de las injusticias que estamos viviendo, tan descaradamente cómo las que estamos viviendo, sin entrar en más detalles.
Estimado lector, gracias por regalar un poco de tiempo leyendo, el tesoro más valioso del ser humano, el tiempo pasa y jamás volverá. Al amigo Jorge Chinea, deseamos lo mejor y gracias por compartir su tristeza.
Por: Juan Santana.