En memoria de una sonrisa inolvidable, Richard desea saludar en éstas fechas especiales a todos los familiares, amigos y conocidos de Germán por medio de esta carta. Sin nombrar a nadie, porque Germán tiene tantos amigos especiales, que no cabrían en éste escrito y cómo siempre acostumbro, encendemos una vela en su honor. Las personas nacemos y crecemos, hasta que el destino nos marca el final y todos nos encontraremos, pero lo triste no es morir, lo triste es no haber vivido y Germán gracias a Dios, tuvo una vida muy intensa.
Germán dejó una huella imborrable con su sonrisa, su bondad y su energía, porque en los momentos más difíciles siempre estaba apoyando de aquella forma inexplicable. ¿Cuántas personas pasan por nuestras vidas y dejan un legado o una linda huella?. Muy pocas y Germán dejó una Actitud Positiva, especialmente para aquellas personas que estuvieron más cerca. Todos tenemos errores y virtudes, pero de los errores siempre aprenderemos aunque siempre nos quedará el arrepentimiento de no haber estado más cerca de las personas que amamos con nuestros corazones. Cómo dice la canción, “Cuando un amigo se va, algo se muere en el alma” y cuando Germán se marchó demostró que tenía muchos seres queridos y por este motivo Richard no desea nombrar a ninguno, porque son demasiados, pero en su nombre saludar a Todos.
Desde aquí hasta dónde está, un abrazo fortísimo para él y todos nuestros seres queridos, especialmente aquellos que fomentaron el Buen Rollo.
Estimado lector, gracias por regalar un poco de tiempo leyendo, el tesoro más valioso del Ser humano, el tiempo pasa y jamás volverá.
Por: Juan Santana.