Por Juan Santana.
Hola estimado lector, ¿Cómo estamos?, ¿Bien?, bastante que me alegro.
Te presento comenzando por la parte alta de izquierda a derecha, a Dora, mi padre en paz descanse, María José Tacoronte y en la foto más a la derecha está el más chulo, yo. Debajo de Dora y mi padre, Ana Oramas y Roberto Ucelay. En blanco y negro está el amigo Bethoven, que mientras hago un potaje, escucho su música clásica con volumen agradable, pensando en las personas relacionadas con el mundo de la comunicación, es decir pensando en todos, porque todos estamos conectados por infinitas maneras en las redes sociales, pero especialmente deseo hablar con los profesionales de la educación, por el hecho de estar más cerca del futuro, con los niños y menos niños.
Cuando hago entrevistas algunas “personas” relacionadas con el mundo de la política, siempre algún@ entra por el chat, diciéndome porque no pregunté sobre esto o sobre aquello, sabiendo que todos tienen sus Facebook ó otros espacios donde podrían tranquilamente hablar con ellos, que no muerden. Algunos entran por el chat, después de semanas o meses sin hablarnos mirándonos a los ojos o sin escribirnos, diciendo que la entrevista no les gustó porque son falsos y bla, bla, bla, y respondo lo mismo, ¿Por qué no escriben todo eso en sus Facebook?.
Mis entrevistas tienen otro punto de vista, porque no soy dios con minúscula. ¿Todavía muchos no comprenden que todos somos iguales?. Nos levantamos cada mañana, hacemos pipí, vamos al camerino, nos arreglamos, nos maquillamos, nos pintamos y salimos al gran teatro, a la p. calle y en la calle está la sabiduría. Todos somos águilas volando cada día a buscar el pienso y llevar al nido o a la nevera y quiero profundizar mucho más en estas personas que entran por el chat, especialmente a los comentaristas de las redes, porque el 99´9 % no saluda ni se despide, entrando de protagonistas y protagonistas somos todos, ¿O no?.
A los amigos profesionales de la Educación, igual les ilumine la idea de tocar este tema en las clases sobre los saludos, las despedidas, los valores morales en general, en fin, la verdadera actitud ante una vida cargada de amor por amortizar. Cada persona mira la vida a su manera y según sus experiencias vividas, crece de cualquier forma, porque en mi caso, que en el año 1.973 el profesor de matemáticas nos vendía drogas a nosotros con 17 años, ya imaginarán que ejército estaban creando. Pero deseo terminar con un chisme sobre Bethoven, ¿Sabías que los hijos de Bethoven eran de su cuñada, porque su hermano era estéril?, ¿No lo sabías?, ya ves, aquí estamos para saber más cosas y seguir caminando.
Sigo con el potaje de 6 calabacinos, 6 zanahorias, una cabeza de ajo entera que dará un gran sabor, un puerro, un poco de sal y mucho fuego durante una hora. Luego lo mueles hasta convertirlo en mus de potaje. Te dejo con Bethoven y gracias por regalarme un poco de tu tiempo leyendo, porque el tiempo es el tesoro más valioso del ser humano, pasa y jamás vuelve. Un abrazo