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Samuel de León, Concejal de Juventud de San Miguel de Abona

Por Juan Santana.

Estimados todos, vamos hablar con Samuel León, Concejal de Juventud que tiene su atracción carismática, a la hora de posar ante una cámara, pero la experiencia avala que tenemos en común, algo de timidez que rompemos con el arte puro y duro. Vamos a preguntar sobre su Municipio, porque el espacio tiene su tiempo.

 

Antes de comenzar, agradecer a todos los lectores que regalen un poco de su tiempo leyendo, porque el tiempo es el tesoro más valioso del ser humano, ya que el tiempo pasa y jamás vuelve.  Obviamente agradecer a Samuel, que responda a las preguntas a su manera, pero siempre sinceras.

¿De dónde eres Samuel? 

Soy roquero. Roquero de toda la vida y orgulloso de mi barrio. Y es así como suelo presentarme: roquero, sanmiguelero y canario. Lo de “roquero” da mucho juego dentro y fuera de nuestras Islas, jajaja.

¿Cuál es tu verdadera función en el Ayuntamiento de San Miguel?

Mi verdadera función es un mix entre “escuchar y gestionar”. Escuchar a los vecinos y vecinas. Escuchar sus peticiones y gestionarlas. Tratar que la ciudadanía consuma cultura, que entienda que la Igualdad debe estar presente en todos los ámbitos de nuestra vida, y que turistas y visitantes vean en San Miguel de Abona un municipio “amable”, hospitalario y como ya sabes, contemporáneo.

La pregunta del millón, ¿Cuántos sombreros tienes y por qué razón te gustan tanto? 

Si te digo la verdad, nunca los he contado. Calculo que puedo tener unos 12 o 13. Tengo algunos que sólo me los pongo en ocasiones especiales. Otros a diario. Los voy combinando de forma arbitraria, como los zapatos. No me gusta que peguen con nada. Los veo como un accesorio independiente. Hace mucho tiempo que los uso. Simplemente me gustan y me parece una prenda muy útil: no dejan que se escapen las ideas. jajajaja. Si nuestros mayores los usaban, por algo será.

¿Cómo ves la cultura y a los jóvenes en general, especialmente en San Miguel?

Nuestra sociedad está pasando por una fase de apatía cultural. La gente que consume o ha consumido cultura toda su vida, lo sigue haciendo, pero a las nuevas generaciones cuesta engancharlas. No se si se debe por una sobre-oferta de productos culturales, o simplemente por un cambio de valores y preferencias. Lo fundamental, en cualquier caso, es seguir acercándola a la ciudadanía. Las redes sociales ayudan a difundirla, pero educar a la ciudadanía y hacer ver a los jóvenes que la cultura es una parte fundamental de nuestra sociedad sigue siendo un trabajo harto complicado. Consumir cultura es como “educar en valores”. Debe venir de nuestras casas. En las escuelas se aprenden conocimientos, la edudación y los valores se traen de casa. Pues lo mismo pasa con la cultura. Las familias que acercan la cultura a sus hijos e hijas, crean personas que consumen cultura y la valoran. Todavía queda mucho por hacer, pero a la palabra “imposible” le sobran dos letras.

La primera vez que probé el gofio amasado con miel y más cosas, creo que fue Javi, en el año 1.998 y casi muero, porque no podía parar de comer. ¿Todavía sigue haciendo Javi el gofio amasado?

Javi es un crack. Sigue teniendo las mismas manos para preparar esas pelotas de gofio que dices. Pero es que prácticamente todo se le da muy bien. Prepara un arroz caldoso que sabe a gloria bendita. No se si leerá esta entrevista, pero creo que ya es hora de ir preparando otro tenderete con arroz de por medio, jajaja. Él y Alex son las personas a las que tenemos que agradecer todas las decoraciones y un sinfín de trabajos a los que no siempre se les da el valor que merecen. Son unos currantes.

¿Qué piensas del amor a la sociedad? 

El amor es el motor de nuestra sociedad. Con amor se trabaja para la sociedad (o se debería). El amor mueve a la gente a hacer cosas que, de cualquier otra forma, quedarían vacías de contenido. El amor es lo que nos llevamos. Nada más.

Última pregunta como a todos, porque tu no quedarás atrás. ¿Qué ideas tienes para fomentar la lucha por una sociedad más unida?

Seguir trabajando en la línea de hacer visible LA IGUALDAD y LA DIVERSIDAD, en letras mayúsculas y en su sentido más amplio . Fomentarlas en los centros educativos, en los hogares, en todas las esferas de nuestra vida. Un sociedad más justa comienza con la transversalidad de la IGUALDAD, el RESPETO y la LIBERTAD de las personas para ser como quieren ser. No me cansaré nunca de decirlo: “To be queer is a global freedom” o como le dije a una amiga hace unos días, en “ser diverso y raro es una libertad global”

 

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