Por Juan Santana.
¿Conocieron a Guillermo Braun González?, Perito Mercantil en Escuela de Comercio de Santa Cruz de Tenerife, Director de Empresas Turísticas, Administrador de Fincas y mucho más. Estuvo en Cambrigde en 1.964 en Garden House Hotel, en Kensington Palace y en el Prince of Wales de Londres en 1.969 y Secretario, Profesor de la Escuela de Turismo de Las Palmas de Gran Canaria. Creó el Instituto Canario de Gestión, organizando el Primer Curso de Alta Dirección de Empresas Turísticas, participando Ecole hôtelière de Lausanne – Coopers & Librand – E.A.E.-E.S.I.C.-Cuni & Asociados 1995. Fue promotor de Ley de Ordenación Turística de Canarias en el año 1995, Promotor del Plan de Calidad Hotelera del Puerto de la Cruz y otras cinco zonas Turísticas de España en 1994. Trabajó montón y sin embargo nadie fue capaz de hacer un homenaje bien grande, aunque es obvio que en vida tuvo muchas placas conmemorativas.
Puso en marcha la creación de la Revista Ashotel, el Manual y Guía Proveedores ZONTUR, MEMORÍA ASHOTEL 1977/96 y el LIBRO DE TENERIFE-SUR. Impulsor junto con el Cabildo de Tenerife de la “S.P.E.T”. (Sociedad de Promoción Exterior de Tenerife), siendo Vicepresidente. Promotor del Primer Festival Folklórico de Santa Cruz. Fue Jefe de Personal de Hotel Mencey, Director General del Complejo turístico El Chaparral, en nuestro sur, en fin…., que no sigo, porque estaría muchas horas y prefiero compartir una pequeña historia con el permiso de su hijo Jorge, también amigo mío, porque tal vez sea motivo de reflexión. Guillermo Braun, fue Presidente y Vicepresidente de Ashotel (Asoc. Hotelera de Santa Cruz de Tenerife) durante seis años, que no son pocos. Además Presidente de Zontur y repito que con los millones de horas dedicadas al pan de nuestra tierra canaria, considero que debemos pasear un poco su imagen y su vida, por lo menos, “para pensar que no pensamos en personas importantes de vez en cuando”.
Les cuento mi pequeña historia con Guillermo Braun de cuando teníamos que reunirnos para un tema personal de buen rollo y resulta que cuando llega a mi casa tenía la puerta abierta y yo estaba frente a un aparato de música. Justamente cuando asomó a la puerta pinché el play para escuchar una nueva canción que estaba preparando bajo el título, “Solo pido un beso en el pescuezo” y cuando me dice que tenía prisa, respondí que no hablara hasta escuchar la canción. Guillermo escuchaba atentamente conmigo la letra cuyo principio dice, “Me levanto muy temprano para ir a trabajar, porque tengo muchas deudas, muchas deudas que pagar. Pero tengo una tristeza, porque encuentro soledad, porque cuando llego a casa solo se alegra el sultán….”. Entonces, muy tristemente miró hacia fuera de mi casa, donde estaba su mujer con un perro en sus rodillas y la canción llegó a su alma. Una vez termina la canción, pasó del tema que venía hablar y dijo, ¿Cuánto me pides por esa canción?, y le dije que todavía no estaba terminada, pero sentí que el tema llegó a su alma, porque vivió aquello que muchos sentimos con las parejas que tienen un perro o cualquier otro animal. Hablamos del tema de que los animales parece que sienten más alegría cuando llegamos a casa, pero le dije que los animales en muchos casos es por puro y duro interés, porque quieren comer o defecar en la calle, pero Guillermo insistió en que deberían coger ejemplo las personas en la actitud tan feliz de los animales.
Aquí termino la carta, esperando que les haya llegado al corazón reflexionando en todo esto y si Guillermo está leyendo, espero que sonría con mucho amor. Gracias por leer y regalarme un poco de vuestro tiempo, el tesoro más valioso del ser humano. Un saludo