Mi amigo de Alma Félix Navarro, Guardia Civil del sur de Tenerife, se jubila o se jubilaba este mes, pero confieso que desde que comenzó la guerra contra el Enemigo Invisible todavía no hemos hablado por teléfono y también confieso sentir tristeza en mi corazón, porque vivimos estos momentos sin entrar en más detalles.

El último fin de semana antes, mi amigo Félix tenía que estar en Madrid, junto a su hija, porque hacía tiempo que tenía organizada la visita sumando días libres, pero la vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida, ¡Ay Dios!. El Plan A era visitar y querer más a su hija y el Plan B, era encontrarse con mi hija política en Madrid, para organizar unos minutos de gloria, porque compartiré el chisme de que la hija de Félix toca el violín y mi hija política canta, pero esto es lo que hay. Echo de menos a muchísimos amigos de todos los sexos, razas y religiones.

Ahora toca seguir esperando poder salir para pagar esta deuda moral con las dos jóvenes y con los millones de jóvenes que también tenían planeado proyectos divinos. Todos estamos en stand by metidos en casa y salimos por urgencia de tener que comprar comida o farmacia. ¿Qué podrán sentir las pocas personas que salen a trabajar?. Hablo de policías, operarios sanitarios o supermercados y otros. Deseo saludar a las personas que sacan fuerzas desde lo más profundo para intentar ser y hacer felices a los demás a través de las redes sociales, es la única forma, en estos tiempos de teatros cerrados.

Personas como Aurelio Domínguez, un artista capaz de tirarse al escenario con cualquier guión, porque es consciente de que muchas personas estamos sufriendo tristeza y soledad. No importa que salga la obra mejor o peor, porque si sale bien hará reír y si sale mal habrán siempre más oportunidades. Ahora es cuando los Concejales de Fiestas de cualquier Ayuntamiento de España tienen que demostrar que son Verdaderos Animadores, buscando alternativas para entretener a una sociedad, especialmente a los más inocentes que estaban por encima de las mentiras de los políticos, dónde su único espectáculo consistía en tirarse piedras mutuamente por los errores sabiendo qué nada ni nadie es perfecto.

Esto es lo que hay y si estoy equivocado, simplemente tienen que ayudarme con palabras a entender esto de otra forma. Estimado lector, gracias por regalar un poco de tiempo leyendo, el tesoro más valioso del ser humano, el tiempo pasa y jamás volverá.