Noticias Tenerife Juan Santana | Jamás imaginé estar sólo en el Sur de Tenerife

Juan Santana | Jamás imaginé estar sólo en el Sur de Tenerife

El domingo día 31 de Mayo caminando desde Los Cristianos a Playa Fañabé, exactamente hasta el Centro Comercial Duke Shop, parecía estar viviendo una película futurista basada en hechos reales, de esas qué han tirado la bomba atómica.

En el Puerto Colon a las once y media aproximadamente solamente tropecé con una persona qué duerme por esa zona en cualquier esquina con techo. Justamente iba hablando del amigo Carlos Magdalena, empresario fundador de Grupo El Cine y antes de llegar a Playa Fañabé, nos encontramos frente a frente, nos saludamos con el choque de codos y nuestras miradas demostraban un Te quiero con Un Abrazo Imaginario. Casualidad o Causalidad, qué con las miles de personas que habitan en el Sur de Tenerife, sea un gomero y un canarion, quiénes se encuentran frente a frente en el camino y para más inri, Amigos.

Gracias a Dios, en la Playa Fañabé, había algunas personas felices bañándose y gozando de la Vida, pero un gran porcentaje son italianos. Algunos kioscos de la playa están abiertos y con algunos clientes, pero según comenta una camarera, muchas personas no vienen porque desean usar las camas de los chillout, pero hasta el momento están prohibidas su utilización.

Antes de darme un chapuzón en la playa, porque llevo casi tres meses sin sentir las sales, sigo caminando hasta el Duke Shop, Centro Comercial anexo al Hotel Gran Costa Adeje y solamente encuentro la terraza central abierta con unas doce mesas ocupadas, algo es algo. Por la tarde están abriendo un restaurante de la parte alta y el chino de la esquina en la parte baja. Este Centro Comercial es uno más de los castigados por el destino Coronavirus y soy testigo del sufrimiento que tuvieron todos los empresarios para poder abrir al público.

La Vida es un libro, estamos arriba y el día menos esperado nos encontramos en el mismo infierno. Una cañita frente al mar y a las cuatro y media, vuelta a casa, pero jamás imaginé encontrarme solo en Playa de Las América, frente al Mare Nostrum a las cinco de la tarde un domingo. Playa Las Vistas, estaba ocupada por bastantes personas, pero siempre serán muy pocas, comparado con la imagen a la qué estábamos acostumbrados.

Caminar solo por Playa de Las Américas, me recordó Playa de Varadero en Cuba en el año 2.006, una playa preciosa, pero también estaba sólo. En Cuba la imagen era mucho más triste porque los edificios estaban abandonados, muchas casas casi derrumbadas y sentía Almas Tristes. Esperamos qué no pase igual en Canarias que en Cuba, ni en todos los lugares del mundo obviamente, dónde nos llegó el coronavirus cómo un castigo, una advertencia, un destino o un aprendizaje para aprender a ser mejores.

Estimado lector, te deseo mucho ánimo y gracias por regalar un poco de tiempo leyendo, el tesoro más valioso del ser humano, el tiempo pasa y jamás volverá.

Por: Juan Santana.

 

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