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Por un mar limpio

Manifiesto de la Asamblea en Defensa de Nuestra Tierra.

Se calcula que  sólo en Tenerife se están vertiendo a la mar y tierra adentro –por los numerosos pozos negros existentes–, unos 54 millones diarios de litros de agua sin depurar, contaminando las costas y el acuífero, con el grave riesgo que esto supone para las aguas que luego vamos a consumir. Esto se viene haciendo de forma reiterada desde hace muchos años con la connivencia de autoridades y empresas directamente responsables de la gestión hidráulica. Los vertidos marinos y la contaminación del acuífero tienen consecuencias directas sobre la salud de las personas, el ecosistema y la propia economía de las Islas que, como todas sabemos, depende mayoritariamente del turismo.

Pese a que sectores científicos y ecologistas responsables llevan décadas advirtiendo que, de seguir así, nuestro entorno colapsará irreversiblemente, poco o nada se ha hecho para  resolver el problema, que ha ido creciendo como una bola de nieve hasta desembocar en la situación actual, en que las mal llamadas microalgas invaden  nuestro litoral.

La “Trichodesmium erythraeum”, que es su nombre científico, es una  cianobacteria, cuyo desarrollo tiene una relación directa con los vertidos de origen humano (fecales, industriales y agrarios), que generan en el medio marino una enorme cantidad de nutrientes orgánicos e inorgánicos –fosfatos, amoniacos y otros productos–, que favorecen la floración desmedida –o bloom– de este tipo de organismos.

La nefasta gestión de las aguas residuales en Canarias, combinada con unas  circunstancias climáticas adversas, son las causantes de la invasión de cianobacterias que contamina nuestras costas.

HAY QUE PARAR ESTA AFRENTA

Hoy estamos aquí porque ha llegado el momento de parar la reiterada afrenta a nuestra dignidad que es la gestión interesada e irresponsable de los que siempre han detentado el poder político y económico en Tenerife y en Canarias. La élite gobernante intenta eludir sus responsabilidades con todo tipo de argucias; confía en salir indemne, como tantas veces, a base de mentiras, incoherencias, amenazas, insultos y coacciones.

Pero esta vez han llegado demasiado lejos, la propia naturaleza ha estallado, se  ha rebelado contra ellos y nos está advirtiendo que, de seguir así las cosas, dejará de favorecernos para siempre. Las cianobacterias verdeazuladas (y rojizo-pardas en un momento de su desarrollo) son un síntoma del anunciado colapso ecológico a que está abocado el Archipiélago, que es nuestra tierra y nuestro sustento, si esta casta avariciosa y sin conciencia sigue mandando. Nuestra generación tiene la enorme responsabilidad, no sólo ante sí misma, sino también ante las que están por venir, de detener la destrucción de nuestra tierra y nuestro mar. No lo permitiremos.

NUESTRAS EXIGENCIAS

1) Exigimos al Cabildo de Tenerife, como organismo  competente en materia de aguas en la isla:

  • La elaboración de un registro de todos los puntos de vertidos y la inmediata clausura de los que no cumplan con las normativas de depuración vigentes.
  • El desarrollo efectivo y urgente (no podemos esperar al 2021) de un plan para eliminar la emisión de vertidos y emprender la construcción de tantas depuradoras como hagan falta, modernas y eficaces, de bajo consumo y mantenimiento, como existen en otros lugares del planeta donde se rigen por principios de sostenibilidad ambiental.

2) Queremos conocer de forma veraz los efectos sobre la salud de las personas y en la cadena alimentaria de la proliferación de cianobacterias en el mar, así como de la presencia de otras sustancias tóxicas y nocivas para la salud en acuíferos y costas.

3) Exigimos una auditoría independiente, para determinar el dinero ilegalmente acumulado por las empresas que, incumpliendo la obligación de depurar las aguas, han cobrado durante años un canon a los consumidores por dicho servicio. También para determinar el destino de los fondos asignados por la Unión Europea a la depuración de vertidos, así como el monto al que asciendan las multas a pagar de nuestros bolsillos como consecuencia de las sanciones impuestas por incumplimiento de las directivas de la U. E. En ambos casos, y de existir indicios de delito, estamos dispuestos a emprender acciones legales contra las personas y empresas responsables.

4) Pedimos la retirada inmediata de las plataformas petrolíferas y buques con cargas peligrosas de nuestras costas, prohibiendo en adelante toda actividad que vaya en contra de los principios de preservación, protección y conservación de espacios protegidos, como es la Reserva para la Biosfera de Anaga.

5) Instamos a los ayuntamientos a la inmediata recuperación de los servicios municipales de agua potable, hoy gestionados por multinacionales privadas, como Sacyr Vallehermoso (Emmasa) o Aguas de Barcelona (Teidagua), a las que sólo mueve el beneficio económico e incumplen sus obligaciones como servicio público, entre ellas la necesaria depuración de las aguas residuales.

Estas son nuestras exigencias, las del pueblo organizado en torno a una única  causa, la de recuperar nuestra dignidad y valor como personas comprometidas con la vital preservación ecológica, para vivir en sintonía con nuestro maravilloso y único entorno que, si permitimos que terminen de destruirlo, no nos quedará otro al que recurrir.

QUE SE MANDEN A MUDAR

Y si no pueden o no quieren cumplir estas mínimas exigencias de dignidad, que dimitan, que se vayan, que se manden a mudar el presidente Fernando Clavijo, el más inútil, vacío, nefasto y ridículo de los mandatarios que ha habido en Canarias en los últimos 30 años; su principal cómplice en la farsa que están interpretando con las microalgas, el consejero de Sanidad Manuel Baltar; la consejera de Política Territorial y Medio Ambiente, Nieves Lady Barreto, responsable directa de la campaña de mentiras y desinformación con que intentan acallar la preocupación y las protestas del pueblo, y el cuarto en discordia, el presidente del Cabildo tinerfeño Carlos Alonso, ese fantoche charlatán y vendedor de humo, que está dispuesto a gastar cientos de millones de euros en obras faraónicas, como el cierre del anillo insular o el circuito del motor, y no se ha preocupado durante todos sus años de  mandato de un problema tan vital como la depuración de las aguas residuales.

LLAMAMOS A NUESTRA PROPIA RESPONSABILIDAD

Para terminar, hacemos un llamamiento a la responsabilidad colectiva e individual que nos atañe como habitantes de las Islas. Un llamamiento al compromiso, a la movilización y a la lucha en defensa de lo que más amamos y que, por tanto, debe inspirarse siempre en el ejemplo directo. Porque una tierra y un mar limpios para todas y todos es posible, si empezamos por nuestros hábitos de consumo y nuestra manera de gestionar los residuos que producimos nosotros. No queremos vertidos, como tampoco queremos plásticos, colillas, neumáticos ni otra basura en nuestras playas. El compromiso empieza en nosotras mismas. Esta lucha sólo es el comienzo.

 

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