Aprovechando la visita de los europarlamentarios Ángela Vallina (Izquierda Unitaria Europea/Izquierda Verde Nórdica) y Florent Marcellesi (Grupo de Los Verdes/Alianza Libre Europea) a la playa de La Tejita, la plataforma Salvar La Tejita convocó una rueda de prensa en las inmediaciones del Centro Comercial La Tejita para conocer de primera mano la opinión de los europarlamentarios a cerca de la construcción del futuro hotel de La Tejita Luxury Resort.

En dicha intervención participaron también otros cargos electos regionales como el consejero del Cabildo Julio Concepción, “este proyecto vendría a continuar con el mismo modelo que tanta precariedad laboral y pobreza ha generado a la sociedad canaria”.

Félix Hernández, concejal de Granadilla, lamenta la falta de transparencia por parte de la corporación municipal, “se han agotado los plazos ante nuestra solicitud para ver el expediente del Hotel y no hemos recibido respuesta”.

Los eurodiputados, después de pasear en los alrededores de la Reserva de Montaña Roja y por la playa de La Tejita, quedaron impactados al comprobar de primera mano la proximidad de la parcela hotelera al litoral.

La plataforma llevó a Bruselas el pasado año una petición para la paralización del proyecto hotelero. Ángela Vallina, como coordinadora en la Comisión de Peticiones del Parlamento Europeo, explica: “como coordinadora en la comisión de peticiones, recibí a través de Izquierda Unida Canaria la información hace un año sobre el proyecto de construcción del hotel en La Tejita, presenté una interpelación ante la Comisión Europea e invitamos a la Plataforma Salvar La Tejita a Bruselas a presentar su petición y debatirla en la Comisión. Activamos el procedimiento de urgencia ante los movimientos de arena en el  pasado mes de marzo sin licencia, por temor al comienzo obra y la petición fue debatida en julio”.

Desde el Ayuntamiento de Granadilla de Abona alegan no haber tenido notificación alguna desde Bruselas en relación al impacto ambiental que este proyecto podría conllevar a los espacios Red Natura 2000 (una especie de red europea de espacios protegidos) de  Montaña Roja y Sebadales del sur de Tenerife, ambos adyacentes a la parcela hotelera y que a juicio de la plataforma se verían afectados de manera negativa.

El europarlamentario verde, Florent Marcellesi, el cual ya había visitado la costa granadillera  en otras ocasiones, declaró que “Granadilla es una zona bastante castigada, con el Puerto Industrial por un lado y ahora con este nuevo hotel”. Afirmaba que ambas “construcciones son innecesarias” y que nos trasladaría a los “peores tiempos de la burbuja inmobiliaria” y que al final su construcción “sólo dejaría beneficios para unos pocos”.

Por otro lado, uno de los portavoces de la Salvar La Tejita, destacó alto valor ambiental de  zona adyacente al futuro hotel, “se trata del único ecosistema arenoso de la provincia de Santa Cruz de Tenerife”, señalando el impacto negativo que una masiva afluencia  de  visitantes podría causar a su flora y fauna como “pisoteo de plantas, molestias a aves en periodo de cría  o generación de basuras”.

Desde la plataforma se advirtió también que el Hotel estaría  ubicado en una “zona de tránsito de dunas y médanos que forman parte del mismo sistema arenoso que conforma la playa de La Tejita”, y que por lo tanto dicha construcción estaría alterando la dinámica arenosa de las playas de la zona.

Los ecologistas también afirman apoyar el modelo turístico de deporte y naturaleza característico de la comarca, y que para ello no se debe permitir la masificación de la zona. “No compartimos el cansino argumento de la generación de empleo, llevamos décadas en la que no paran de hacerse nuevos hoteles y el paro sigue igual.”

Por último, ya a mediodía el Alcalde de Granadilla José Domingo Regalado recibió a la europarlamentaria de Izquierda Unida Ángela Vallina, la cual le resaltó la necesidad de elaboración de un informe de impacto ambiental.

Posteriormente se registró en el SAC la carta del Parlamento Europeo que el Comité de Peticiones dirigió en su día a la administración local  y que desde el Ayuntamiento se reconocía no haber recibido nunca.