Por Juan Santana.
Tamás llega de Hungría hace muchos años, pero si deseas saber algo más sobre su Vida, tendrá que preguntar a él, en la calla Pablo Abril de Los Cristianos, porque suele estar por la zona, siempre sonriendo y compartiendo mucho amor con los vecinos, los turistas, residentes, con las gaviotas, los perros y gatos, con todo aquel que cruce su camino, ahí está Tamás regalando mucho Amor. En estos tiempos, dónde debes ser muy fuerte para alejarte de los temas monótonos de siempre, especialmente cuando son tóxicos, es bueno conocer a personas como Tamás. Suelo tomar un café en el Café 5 y si tienes suerte podrás hablar con el psicólogo Tamás y serás más feliz.
La letra de la banda Maná “¡Ay! Doctor!” dice “Me ha envenenado, con sus labios con sus besos, alucinado, loco por su desamor. Soy un desastre en la escuela, en la casa y el trabajo, oye no me consuelan ni las pastas, ni la ganya, ni el alcohol. Le dije al doctor: ¿Cómo es que se cura esto?, me ha recetado, calma y algo de Prozac, me dijo la terapia cura, pero es mucha la locura, al amor pudiste entrar, pero no vas a escapar. Ay, doctor, como me duelen sus besos, como me duele el amor. Ay, doctor, deme algo por favor, ay como me duele el amor. Mire doctor que ando alucinando, mire, mire doctor que ando alucinado, mire, mire doctor que ando alucinado, mire, mire, mire. Deme algo mi doctor, me está matando esta depresión, estoy demente por su amor, me está matando la obsesión.
Estoy yo muy desolado, estoy alucinado, estoy perdiendo la razón y tú no tienes compasión, pero ya no vuelve, pero ya no vuelve, deme algo mi doctor, aliviáneme todo el dolor, deme algo, deme algo, deme algo doctor.. Aquí lo dejo.. Tamás desea públicamente felicitar a todas las personas que miran la vida de la mejor manera, a los amigos, a Adriana su Amor del Alma, esperando que cuando lea la publicación sea muy feliz con la sorpresa. Y cuando necesiten un buen abrazo, no olviden que Tamás está esperándoles sin problema, que la soledad es muy fea. El 14 de Febrero imaginamos la calle Pablo Abril en Los Cristianos, llena de colores, igual que gran parte del mundo con sus amores, porque gracias a Dios o al Diablo o a Rita la cantaora, todavía respiramos Amor en esta sociedad. Gracias Tamás por enseñarnos a ser mejores y estimado lector, gracias por regalar un poco de tiempo leyendo, porque el tiempo es el tesoro más valioso del ser humano, el tiempo pasa y jamás volverá.
