Por Juan Santana.
Para fomentar la lectura, primero tenemos que reflexionar y no es fácil encontrar buenos libros, que hagan volar sin coger aviones. Tiffany Mery, representa a esa gran parte de seres humanos de las redes sociales, comentando sin identificarse, pero no es dañina, no da miedo, pone nervioso y es una mosca cojonera. Me cae bien y por eso merece de vez en cuando un artículo y espero que sienta ser alguien, a pesar de ser menos que nada. Muchos lectores, con mucha educación desean a veces comentar, pero tienen miedo por culpa de este tipo de personajes cobardes, pero así es la vida, unos dan la cara y otros el culo. Siempre con el máximo respeto.
La diferencia que existe entre un periódico y las redes sociales, es que en los periódicos se publica y en las redes se comenta de cualquier forma, con la gran diferencia, que en los periódicos tenemos obligación de identificarnos y en las redes aunque no te identifiques, los profesionales, siempre sabemos quiénes son…por si pasara algo obviamente. Angelita (foto adjunta) me contrata para trabajar con de encargado del montaje de invernaderos, porque su único hijo pasa de todo y confiaba más en mí, que en su propio hijo. Contrato a Juan el Málaga, y nos pusimos manos a la obra. Después Juan el Málaga fue a Cuba para enseñar a los cubanos el montaje de invernaderos y volvió a los seis años. No sabía que yo era un famoso capullo en el año 2.000 y mi hermano Teo lo invita a un concierto en Tenerife, a Lo Más Dance.
Juan el Málaga decía a mi hermano, ¡Joder!, ese tío del escenario se parece a tu hermano Juan (no me conocía, estaba rapado),. Mi hermano Teo responde, “Ojalá fuera mi hermano, es el sueño de toda su p. vida”. Habían unas 10.000 personas en Santa Cruz de Tenerife y una vez termina el concierto, mi hermano Teo lleva a Juan el Málaga por la parte trasera del escenario y nos flipamos, porque no los esperaba a él ni a mi hermano. Nos fuimos al Hotel Mencey, un hotel muy humilde y mientras caminábamos por el pasillo, Juan el Málaga decía, “Que me digan burgués, pero me encanta vivir así”. Juan el Málaga, pasaba por malos momentos y tocaba la guitarra muy bien. Le pide a mi hermano, que coloque unos hierros en el patio de luz de su casa para colgar unas plantas muy pesadas y al siguiente día, Juan el Málaga apareció colgado de una cuerda, porque no soportó el dolor de sus deudas.
Esta es la 1ª parte de una parte de la vida. Si has leído y te parece interesante, espero sentirte en la 2ª parte, especialmente a ti, Tiffany Mery. Estimado lector, gracias por regalar un poco de tiempo leyendo, porque el tiempo, es el tesoro más valioso del ser humano, el tiempo pasa y jamás volverá.
