Por Juan Santana.
Marruecos, es un país maravilloso como cualquier otro y se puede ver en sus buenas personas con sus sonrisas y amabilidad, sus bailes y su música, pero sobre todo en sus platos que son buenísimos. En la misma entrada de El Fraile, en el Municipio de Arona, encontré un lugar dónde podemos echarnos algunas especialidades de Marruecos, pero también un perro caliente de ave, porque es sabido que los musulmanes no comen cerdo. El 99 % de los marroquíes tienen el mismo nombre, “Mohamed”, es decir, que como estés en Marrakech y grites “¡Mohameeeeeeeed!, verás que mirarán pa´ti montón de personas. Pero sigo con el tema de la comida para no despistarnos, tengo claro que cada plato en cualquier parte del mundo, llena nuestro paladar con multitud de sabores exóticos a la vez que familiares y en esta vida, si podemos intentaremos probar todo o casi todo.
Por lo visto, la cafetería lleva más de medio año en este lugar, pero les doy palabra que jamás la había visto y será porque vivimos en una sociedad con un bombardeo de comercios e información y en El Fraile gracias a Dios, sobran comercios y gracias a dichos comercios, comen muchas familias. Llevo años visitando la carnicería que está frente a “Panini” o “Cafetería Atlas”, nombre de este lugar, dónde conozco a Mohamed. Voy muchas veces a esta carnicería, porque el señor es muy simpático, su carne siempre es fresca de la mejor calidad y sinceramente tiene muy pocos productos, los justos, pero me encanta recibir de vez en cuando una sonrisa y unas buenas palabras.
Pues ya sabe, visita el Panini, cuando quiera echarse un pinchito especial y único, diferente de carne de pollo, o una buena merienda, papas fritas, una buena hamburguesa y más cosas, pero no se las digo, por si les pica la curiosidad y visitan sin miedo, porque les aseguro que jamás van arrepentirse. Me despido con un poema de Ahmed, “El primer paso es siempre el amor. Todos los pasos que damos después escalan la memoria saludando a los que pasan, estrechando la mano de los pasos que hemos dado. Nadie es forastero aquí, aquí nadie es extraño. Todos somos hermanos venidos para celebrar la pureza del agua, que fluye hacia el infinito entre nuestras manos; la de la tierra y el cielo. La pureza del alma, la pureza del fuego”. Estimado lector, gracias por regalar un poco de tiempo leyendo, porque el tiempo, es el tesoro más valioso del ser humano, el tiempo pasa y jamás volverá.
