Noticias Tenerife Juan Santana | Todos lloramos en directo en funerales

Juan Santana | Todos lloramos en directo en funerales

La edad, el tiempo, los palos, las experiencias, los amores y desamores y el arrepentimiento de los errores, nos hacen llorar a todos en directo, cómo nos anunciaba algún medio de comunicación porque dicen que lloraron en directo. Todos lloramos en directo aunque no nos graben, pero cuando la información de los Medios de Comunicación, está saturada algunos publican cualquier noticia, porque tienen que mantener a los lectores entretenidos en las redes, en coches, camionetas, en sus casas o mientras trabajan los pocos que tienen la suerte de hacerlo. Anuncian que el psiquiatra y una enfermera lloran en directo y es normal, porque son personas, pero están trabajando dónde existe el dolor puro y duro.

Trabajé en una funeraria durante dos años y gocé bastantes gilipolleces de familias discutiendo por las herencias especialmente y con el muerto todavía calentito. Fue por los años ochenta, cuando muchos fumábamos marihuana y confieso que siempre íbamos fumados con el coche fúnebre a dónde teníamos que llevar a los difuntos, con el tema “Smoke on the water” de Deep Purple, pero camino al cementerio poníamos a Vivaldi. En esa época los duelos eran en las casas, no existían los tanatorios y escuchábamos casi todo de los familiares. Tuve que dejar este trabajo porque estaba acostumbrándome a los muertos y vas perdiendo los valores morales. Según el nivel económico del difunto eran las clavadas de los precios de las cajas de madera y sin entrar en detalles, para no asustarte, porque recuerdo cobrar por una caja de muertos, hasta setecientas mil pesetas que son aproximadamente cinco mil euros y (continuará).

¡Por cierto!, nuestro Ministro español nos avisa que hasta el año 2.022 aproximadamente seguiremos con el tema de las vacunas y imagino que esto irá enlazado con el tema de las mascarillas, para seguir animando al personal. Los más inteligentes en estos tiempos son los que viven del palique, moviendo sus lenguas de aquella manera con o sin razones y cada uno sabe sus cosas. Estimado lector, gracias por regalar un poco de tiempo leyendo, el tesoro más valioso del Ser humano, el tiempo pasa y jamás volverá.

 

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