El señor simpático, a pesar de los pesares, es Don Manuel Barrios Rodríguez, fue alcalde en Arona entre 1983 y 1987, además concejal de Urbanismo entre 2003 y 2007, y la primera vez que nos saludamos fue en 1.991, por Noviembre, primera vez que pisé Tenerife, les recuerdo a los más interesados, he nacido en Sardina del Sur, pueblo maravilloso de Gran Canaria. Estaba comiendo en el Restaurante Las Rosas, subiendo la carretera hacia Guargacho, antes de la gasolinera de Manolo y entra el caballero Manuel sonriendo como siempre saludando hasta las moscas. Pregunté quién era el señor tan sociable y dicen que era o fue Alcalde de Arona. Estimado lector, gracias por regalar un poco de tiempo leyendo, el tesoro más valioso del ser humano, el tiempo pasa y jamás volverá.
Nos hicimos una foto en el año 2.019 por diciembre con su permiso obviamente y comencé a preguntar algunos vecinos de Arona, entre cuarenta y cincuenta años, si conocían al señor que estaba conmigo y algunos respondían que no sabían y otros si sabían que fue alcalde, pero no recordaban su nombre y otros muchos tenían muy claro quién era. Cuando nos encontramos, nos saludamos como colegas de toda la vida y a Don Manuel Barrios, le pasa como al Che Guevara, unos hablan bien de su persona y otros hablan mal, como nos pasa a todos realmente. El tiempo pasa y vamos convirtiéndonos en historia, especialmente las personas públicas o que han dado caña en esta sociedad por cualquier infinita razón. No entraremos en detalles de los comentarios positivos o negativos que nos dicen los más inteligentes, para no intoxicar mucho la carta, pero también deseo pasear al amigo Juan Luis Hernández, que se presentó en las pasadas elecciones en Arona, porque tiene tiempo y es feliz luchando por su gente, su familia y porque es libre para hacer lo que le da la real gana.
Juan Luis Hernández, hace poco publicó en las redes sociales un vídeo denunciando la dejadez de los políticos canarios por Canarias y un peninsular (para otros un godo), resulta que soltó el calificativo de “que mierda”. Tranquilamente podía haberle machacado en ese preciso momento, pero prefiero que se estampe él solito, porque siendo un peninsular (godo para otros), que vive en Canarias y gracias a Canarias, pero insultas a un señor como Juan Luis Hernández, por denunciar dando la cara, creo que más idiota no puede ser el peninsular. La vida es un ring dónde tenemos que aprender a recibir golpes, más que a dar golpes y menos aún a inocentes.
